| REAL CRÓNICA DE ABRIL DE 1658(Número 383)
GACETA MILITAR 
-Mi Coronel, la hoja de servicios del capitán Antoine es extraordinariamente larga, pues lleva 35 años en el cuerpo -señaló Christian de la Croix en el despacho de su superior-. Ha vivido bajo este techo desde que apenas dejaba la niñez para empezar a ser un hombre. Se podría decir que ha sido soldado antes que adulto. Ha estado en todas las batallas importantes de este regimiento: en la campaña de Picardía y en la del Rosellón; numerosas veces en Flandes, incluyendo la gloriosa victoria en Rocroi, donde ascendió a subalterno; participó en la derrota de los alemanes primero en Friburgo y después en Nördingen, con un nuevo ascenso a capitán; ha participado en los asedios a Dunkerque, Lérida, presenció Lens... ¡hasta estuvo presente en la firma de la paz de Westfalia! Ha conocido a todos los coroneles del regimiento, lleva entrenando soldados y siendo su capitán desde hace lustros. Los hombres lo adoran y le piden consejo. Es el primero en levantarse y el último en acostarse...
 
-Y es viejo -le interrumpió el Coronel de los Coraceros.
 
-¿Perdón?
 
-Viejo, Teniente Coronel. El capitán Antoine tiene cincuenta años. Ya debería haberse retirado del cuerpo.
 
-Cumple con todas las condiciones físicas requeridas, mi Coronel.
 
-Monsieur de la Croix, no voy a contradecirle en que el capitán Antoine es querido y respetado por los coraceros, motivo por el cual no le licenciaré, pues todo regimiento necesita de una mascota...
 
-¡Mi Coronel!
 
-Ya puede protestar todo lo que quiera. Es usted mi Teniente Coronel y aún no sé por qué le dieron el ascenso. Si fuera por mí, seguiría siendo Mayor, pero su ridícula cabalgada ante un simple grupo de reconocimiento español impresionó al General.
 
-También fue del agrado del General la captura del mayor cargamento de provisiones y suministros de toda la campaña de invierno -respondió Christian molesto-.
 
-Lástima que yo siga aquí, en mi puesto. Mientras tanto, confórmese con que después de «Teniente», a su rango se le añade «Coronel». Es la única manera en la que podrán incluir «Coronel» cuando traten con usted. No tramitaré su petición de ascenso a Mayor para el Capitán Antoine. Solicitud denegada. Y por Dios, ¡quítese ese cardo borriquero de la casaca! ¿Usted sabe la imagen que da? ¡Largo de mi despacho!
 
Christian de la Croix abandonó malhumorado el despacho de su superior. En el pasillo le esperaba el Capitán de Coraceros. Le dio la respuesta negando con la cabeza, avergonzado por no haber cumplido su promesa.
 
-No se preocupe, Teniente Coronel. Ya me esperaba algo así -comentó Antoine resignado-. Ese hombre va a seguir sin ascender a nadie ni aunque se quede sin oficiales en el campo de batalla.
 
En el patio de armas esperaban un grupo de coraceros. La mayor parte eran del primer batallón, pero también habían bastantes del tercero y alguno del segundo. Todos alzaron la cabeza cuando vieron aparecer a los dos oficiales, desde los más veteranos hasta los más jóvenes, incluyendo mozos de cuadra y tamborileros.
 
-¡Qué hacéis aquí parados como pasmarotes!- gritó el capitán- ¡A trabajar! ¡Formad grupos de dos! Vamos a practicar el enfrentamiento a espada, a pie y cargando.
 
Rápidamente los soldados del primer batallón se organizaron y formaron por parejas. Christian de la Croix, por contra, se acercó a los del segundo y tercer batallón, que no estaban obligados a participar de los ejercicios de esta semana. Los saludó personalmente, recordando sus hazañas para aquéllos que estuvieron en la campaña de invierno, y para los que no estuvieron les preguntó por sus logros en las de años anteriores. Se quedó conversando con ellos hasta bien tarde.
 * * * 
 ECOS DE SOCIEDAD Primera semana 
La sala del juicio se encontraba llena a rebosar de curiosos. El caso había despertado casi tanta expectación como el de François Lampourde meses atrás. "Qué curioso", pensó Hércule Delaveau desde su sitio en la bancada de público, "que el juicio a un pobre diablo con delirios religiosos supere en asistencia a todo un Ministro de la Guerra. En fin, el comportamiento de la gente es imprevisible".
 
De pronto, el ruido ambiente de las conversaciones se convirtió en un sordo rumor cuando todo el mundo bajó la voz de repente. El Ministro de Estado había hecho acto de presencia, y tras él el Teniente General de la Policía y los secretarios judiciales. Su Excelencia se sentó y, dando tres golpes en el suelo con su pesado bastón, ordenó silencio.
 
-¡Que entre el acusado!
 
Por una puerta lateral entró Renné Gade, sin encadenar pero escoltado por dos guardias, y se dirigió al banquillo, donde se sentó sin ceremonia alguna. Como noble, le está permitido sentarse durante el juicio.
 
-¡Que la acusación presente sus cargos!
 
El Teniente General de la Policía se levantó. Saludó al tribunal con una leve reverencia, y comenzó su alegato:
 
-En la Real Crónica de agosto de 1657 se narra el fracasado intento de rescate de Su Excelencia Cael de Rouen, prisionero junto a otros caballeros capturados por el enemigo.
 
»Dicho rescate, urdido y liderado por Renné Gade, además de ser fallido, generó por parte del acusado la sombra de la sospecha hacia el grupo de rescate, insinuando que un posible traidor avisara al enemigo. Esa acusación no tuvo mayor consecuencia ya que los prisioneros se escaparon por sus propios medios y se olvidó de inmediato la insinuación de traición que el propio Gade había vertido sobre los integrantes del grupo de rescate.
 
»Sin embargo, como Teniente General de Policía recién nombrado, asumí los casos todavía abiertos con la intención de cerrarlos y archivarlos.
 
»Procedí a investigar de manera rutinaria a los cinco caballeros que integraban el círculo secreto encargado del rescate:
 
 
El Coronel de la Guardia Real, Jacques de la Touche (GR), antiguo Teniente General de Policía y Ministro de la Guerra. Abrió el caso que se quedó sin cerrar tras su dimisión y marcha de París. Inocente de facto.El Teniente Coronel de la Guardia de Dragones, Alexandre de l’Oie. Nada que revelara un comportamiento sospechoso hasta su fallecimiento en octubre de 1657.El Mayor de los Mosqueteros del Rey Tessier Dusel. Investigado. Asume el cargo de Teniente General de Policía en funciones en Septiembre de 1657 para un juicio pendiente, confirma que el caso está pendiente de cerrar y dimite tras el juicio. Descartado por no haber aprovechado la circunstancia para archivar el caso. Inocente.El Capitán de la Guardia Real Renné Gade, Ministro del Bienestar. Investigado. Vuelve al frente con el segundo batallón voluntarizado por el Mayor Léo Hardy le Castel. En las Crónicas de ese mismo mes (noviembre de 1657), se indica la baja de mandos tras la campaña de verano. Abandono de Jacques de la Touché y extraño traslado del Teniente Coronel de la Guardia Real Charles De Batz-Castelmore, para ingresar en un regimiento de menor prestigio (Los Mosqueteros del Rey) y con menor rango (Mayor). Se explica la voluntarización como una intención de cubrir las vacantes. Regresan a París en diciembre sin cumplir sus objetivos. El Mayor le Castel vuelve al frente de batalla en enero de 1658 pero el Viscomte de Gade permanece en París para conseguir su nombramiento como Ministro de la Guerra (y también se había presentado al cargo de Ministro de Estado). En febrero de 1658, a pesar de estar el segundo batallón en el frente, no hay constancia de que el capitán Gade se integrara a su puesto en campaña.El Subalterno de los Coraceros de Delfín Thibaut Cul-de Sac. Obtiene el rango de capitán tras la campaña y en octubre de 1657 ingresa en los Coraceros del Príncipe de Condé con el rango de Mayor, un regimiento de mayor prestigio. Al obtener un mayor rango además, dicho caballero no parece sospechoso. 
»De los cinco caballeros, únicamente el capitán Gade parece haber llevado a cabo unas acciones algo extrañas. Siendo además el líder del grupo de rescate y la persona que denuncia la posibilidad de una traición, me disponía a archivar el caso. Pero decidí investigar un poco más: ¿Y si el capitán Gade había denunciado al supuesto traidor para evitar que las sospechas recayeran sobre él?
 
»La investigación desvela que los tres responsables del rescate (Mayor Dusel, Capitán Gade y Subalterno Cul-de-Sac) estuvieron varios minutos separados e incomunicados en el momento de la incursión en campo enemigo. Envié a unos hombres de confianza a la fortaleza de Mardyk, que cayó dos días después de la liberación de los prisioneros, para que recuperaran toda la documentación capturada al enemigo, por trivial que pudiera parecer. Me llegaron numerosos documentos, mensajes e informes capturados al enemigo cuando se retiró desordenadamente de la fortaleza. Y tras varios días de exhaustiva lectura, apareció la prueba en un informe del oficial español al mando de la fortaleza, con fecha del día siguiente del rescate en la que se puede leer:
 
»(texto traducido del español)"Ayer noche se produjeron una serie de graves hechos que presagian un desenlace incierto al asedio que estamos padeciendo. En primer lugar, los prisioneros lograron fugarse de su celda y no han sido encontrados. Mientras tanto, nuestro renegado infiltrado en las tropas francesas, Roberto García Desleal, se ha colado en la fortaleza para avisarnos que teníamos en nuestro poder al Ministro de Estado francés."
 
»Renegado, como clara alusión al acusado, Renné Gade, al igual que las iniciales del espía infiltrado en nuestras filas, señalan claramente a Renné Gade como el traidor.
 
Tras el alegato del TGP, el Vizconde de Gade toma la palabra para su propia defensa:
 
-Menuda sarta de tonterías -los más cercanos le oyeron murmurar en voz baja.
 
-Excelencia -dice, refiriéndose al ministro de estado-. Señorías -se refiere al resto-.
 
-En primer lugar, permítaseme un inciso para manifestar que no os envidio la posición: os veis en la tesitura de tener que juzgar un caso que os atañe directamente, como uno de los que intenté (junto con otros valientes) liberar, por lo que no dudo os habéis planteado recusaros, y os veis en la situación de tener que elegir entre cumplir con vuestro deber como Ministro de Estado y presidir el juicio y vuestro sentido de la justicia, que sin duda os aconseja dicha recusación y dejar en manos de Su Majestad juzgar a quien se ganó su confianza hasta el punto de confiarle la defensa del Reino, y más, repito, en un caso que os atañe directamente y contra quien es, en otro de vuestros cargos, vuestro superior...
 
»Dicho esto, el Teniente General de Policía ha contado una buena historia de ficción, que le recomiendo reescribir como obra de teatro, ya que sin duda tendría éxito en le Théatre Royale. Vamos a analizarla:
 
»En junio del pasado año, varios camaradas de armas fueron capturados por el enemigo. Viendo que pasaron todo el mes de julio bajo su custodia, decidí organizar un pequeño grupo de rescate, cuya misión fracasó al encontrar al enemigo más alerta de lo esperado.
 
»Ciertamente, lo primero que pensé (y manifesté) fue que alguien debió haberles avisado. Al fin y al cabo, ¿a qué más podía deberse el elevado estado de alerta? Luego supimos que los prisioneros se habían fugado por sí mismos, y, como ya apuntó el Mayor de Castel, entendimos que ésa era la causa de su estado de alerta, sin necesidad de ninguna filtración, cosa que el Teniente General sabría si se hubiera molestado en leer la crónica completa, no sólo las partes que le interesaban. Ignoro si el anterior Teniente General de Policía inició una investigación, pero, estando presente en los actos, si lo hizo debió ser como algo rutinario, partiendo de la idea de que no hubo tal filtración, pero como persona concienzuda que era, querría estar seguro.
 
»En cuanto a mis posibilidades de avisar al enemigo, contésteme para qué habría yo montado toda la operación para luego hacerla fracasar. ¿Para qué jugarme la vida de ese modo si no era para realmente conseguir su liberación?  Al fin y al cabo, no tenía ninguna obligación de hacerlo... Y permítaseme recordar que, aparte de Vuestra Excelencia el Ministro de Estado, había otros amigos míos entre los prisioneros.
 
»El teniente General de Policía alude a que en algún momento de la operación estuve fuera de la vista de mis camaradas de misión, sin tener en cuenta que en ese momento el enemigo ya estaba en alerta, por lo que no pudo ser eso, como él propone, la causa de ello.
 
»En cuanto a los papeles capturados al enemigo... Bueno, sí, nombran la palabra renegado, que coincide con mi nombre, pero, pretende hacernos creer que esa palabra solo usa en referencia a mí? ¿Nunca la ha usado él mismo, incluso antes de saber de mi existencia? También recuerde que junto a la palabra hay un nombre, el del espía, detalle que parece ignorar... Y suerte que no hablaron de una acera, lo que por la misma razón le obligaría a detenerse a sí mismo, puesto que eso es lo que significa su nombre, o no dijeron encontrarse en un callejón sin salida, lo que, según él, habría acusado al pobre Mayor (entonces subalterno) Cul-de-Sac, que también se jugó la vida para liberar a los prisioneros...
 
»En fin, es juicio es un pantomima por la que el Teniente general de Policía pretende hacerse con el Ministerio de la Guerra que Su Majestad me ha confiado, y de Vuestra Excelencia depende decidir si esa decisión de Su Majestad debe ser revocada para entregarlo a alguien con más ambición que escrúpulos o si la decisión del soberano debe mantenerse.
 
»O, como ya comenté, la posibilidad de recusaros y dejarlo en manos de Su Majestad, que sin duda tiene la sabiduría de saber si debe mantener o no su decisión...
 
Después de la defensa del Vizconde de Gade, retomó la palabra el Teniente General de Policía:
 
-El Viscomte de Gade ha expuesto una defensa basada en desmentir los hechos presentados.
 
»Tiene razón al considerar insuficientes las pruebas aportadas.
 
»Dicho descubrimiento me hizo sospechar, pero seguí buscando más pistas hasta que encontré otra prueba: un mensaje manuscrito y arrugado, en español, recuperado de la papelera del oficial al mando de la fortaleza.
 
Aquí el Teniente General de la Policía tendió a uno de los secretarios judiciales un arrugado papel:
 
¡Tenéis prisionero al Ministro de Estado francés! (Firmado: RG​D)
 
-Iniciales de Roberto García Desleal, que coinciden con la abreviatura usada por el Capitán Renné Gade.
 
»Con esta evidencia no me costó mucho conseguir un despacho escrito por el Viscomte de Gade siendo Ministro de Bienestar. Podéis comprobar que la letra coincide perfectamente con la del mensaje en la que se puede constatar que las mayúsculas de la firma son exactas a las del despacho.
 
El vizconde de Gade no pudo evitar reírse al escuchar las nuevas "pruebas" presentadas por el TGP.
 
-Gracias, señoría por presentar eso, puesto que me ponéis a pedir de boca la defensa -dijo.
 
-Sin duda habéis estudiado poco mi pasado y mi persona, y asumís que provengo de buena familia con buena educación, pero se da que no es ése el caso.
 
»Si me hubierais investigado como correspondía a vuestro cargo, sabríais que soy hijo de una humilde sirvienta, y que mi padre apenas me reconoció, mucho menos me pagó una educación, y mis secretarios os podrán hablar de las deficiencias de mi escritura, que siempre tienen que corregirme (permítaseme agradecerles su paciencia en ese punto, por cierto).
 
»Asimismo, aunque mi pasado como mercenario me dio algunos conocimientos de gascón y alemán, mis conocimientos de español se reducen a algunos epítetos que no diré aquí por respeto a Su Excelencia, por lo que o bien os han engañado con esa supuesta carta, o bien la habéis falsificado para ocupar el cargo que Su Majestad me confió. Si es lo primero, deberíais investigar a quien os dio esa carta, y si es lo último, quizás deberíamos cambiar las sillas en este juicio...
 
Dicho esto, Le comte de Gade volvió a sentarse, dando así a entender que había acabado su declaración.
 
Tras lo cual, preguntadas ambas partes si tenían algo más que alegar o testigos que presentar, el Teniente General de la Policía presentó el testimonio de Tessier Dusel, que esencialmente corroboró lo mismo que ya se había dicho por parte de la acusación.
 
Finalmente, el Ministro de Estado anunció que el caso quedaba visto para sentencia y dio la sesión por terminada.
 * * * 
Obviamente, el juicio y las cábalas y especulaciones sobre la sentencia fueron el tema de todas las conversaciones de aquella semana en L'Epée D'Or. Christian De La Croix, Francesco Maria Broglia con Claire Lagaine y Léo Hardy le Castel no hablaron de otra cosa en toda la velada. Bien, de hecho sí: hubo una breve referencia a Cole Campbell y Marianne Moreau, a quien se esperaba de un momento a otro. Finalmente los invitados no aparecieron, y en vista de lo avanzado de la hora el grupo optó por dejar el club.
 * * * 
Cole Campbell y su dama Marianne Moreau caminan apresurados en dirección a L'Épée d'Or. Cole se va preguntando en silencio cómo es que ha dejado que se le hiciera tan tarde, justo cuando se cruza con un viejo amigo, Börjn Svensson, el cual tiene un aspecto lánguido y sus ropas están visiblemente desgastadas. Preocupado pero aún con prisa, Cole le pregunta que si quiere acompañarle al club, ofreciéndole incluso invitarle a beber. Él acepta, y los tres continúan su ruta. Mientras Marianne se encuentra encandilada por el buen corazón de su pareja, Börjn les cuenta que su padre lo ha echado de casa, y que incluso ha jurado que le dejará la herencia al perro antes que a él, aunque también señala que su padre es un hombre dado a los arrebatos, así que seguro se le pasará pronto.
 
Cuando el trío arriba finalmente a L'Épée d'Or, los amigos de Cole que lo habían invitado se habían ido ya hace rato, por lo que no les dejaron pasar. Cole propuso entonces cenar los tres juntos en la planta baja de su buhardilla, donde un auvernés regenta una fonda que cuenta con las excelentes habilidades culinarias de su esposa, para celebrar el reencuentro, algo que a Marianne y Börjn les pareció una excelente idea...
 * * * 
Mientras tanto, en le Théatre Royale, Bernille Nienau tomaba notas furiosamente, tanto en el sentido propio como en el figurado. La obra era un verdadero fracaso. Monsieur Nienau iba anotando todo lo que estaba saliendo mal, intercalando entre sus notas "(bostezo de Élise)", "(bostezo de Élise)", "(bostezo de Élise)", etcétera. Y es que en efecto, poco le faltó a la dama para quedarse dormida.
 * * * 
El padre Marcel du Calais agradeció con una reverencia el donativo y se despidió. Al cerrarse la puerta, dio media vuelta y reemprendió su camino. Quedaban tantas casas por visitar pidiendo ayuda para los pobres, y tantos de éstos por socorrer...
 * * * 
Del diario del Mayor Alain de la Débâcle, de los Dragones del Gran Duque Maximiliano de Valois:
 
8 de abril del año del Señor de 1658 
Una semana dedicada a los trámites burocráticos para conseguir el cargo de mayor de la brigada de Dragones. La verdad es que hubo momentos en los que pensé que no valía la pena tanto esfuerzo, tanto hacer pasillos en las dependencias oficiales, tanta botella de Calvados bajo mano para ujieres y correveidiles. ¡Mi lugar está en el campo de batalla, no en las antesalas de los secretarios de los poderosos! Pero al final conseguí el cargo. Fue ayer que en mi enésima visita al cuartel del jefe de la brigada, su secretario, Monsieur Pantoufle, me espetó: "Mayor De la Débâcle, el cargo es suyo". Mi criado Jean Luc Pottard, que siempre me ha acompañado en este via crucis de gestiones, exclamó: "¡No se arrepentirán, ya lo verán, el señorito Alain es el más dragón de los dragones!". Pantoufle soltó una carcajada y al salir a la calle yo le propiné una colleja a Pottard (cariñosa, eso sí) y le dije: "Jean Luc, te tengo dicho que no abras la boca en público si yo no te doy permiso".
 * * * Segunda semana 
Este mes volvió a reunirse, casi de urgencia, la Comisión Teatral, pero con una novedad: la reunión se celebró en el palacete de le comte de Dusel, a iniciativa de su esposa Anne Lefèvre. Se discutió qué había ido mal, se consultaron las notas de Nienau, con alguna risa al llegar a los puntos donde se informaba de los bostezos de Élise, la cual enrojeció como un tomate maduro, y se diseñó un plan de acción. Dicho plan incluye una representación de monsieur Poquelin, alias Molière, quien fue invitado a la reunión junto con su compañía precisamente para hacer frente a la crisis.
 * * * 
Un ambiente mucho menos tenso se respiraba en L'Epée D'Or, donde los presentes no tenían otra preocupación que beber y alternar. Vimos allí a Christian De La Croix, Cole Campbell, Léo Hardy le Castel, fray Marcel du Calais y Thibaut Cul-de-sac.
Además de los caballeros mencionados, a Cole Campbell lo acompañaba su amigo Börjn, a quien había pedido permiso para invitar.
Los tres se habían separado un poco del grupo para hablar, mientras compartían una botella de uno de los lujosos vinos del club, a cuenta del escocés. El vino soltó la lengua del sueco, que se expresó en estos términos:
 
-¡Cuán hastiado me hallo, mi buen amigo Cole! Vuestra amabilidad la pasada semana me hizo reflexionar... Debo solucionar este entuerto yo mismo, no simplemente esperar a que las aguas se apacigüen, mas llevo desde tal día tratando de contactar a mi padre, quien se niega a darme reunión... Espero que pronto ceje en su cerrilidad.
 
Así se expresaba Börjn entre trago y trago, mientras los asistentes le escuchaban preocupados...
 * * * 
También en La Garde Montante tuvo lugar una animada reunión, con Alain de la Débâcle, Hermeto Cornamusa y Phillipe Le Clothes Du Lacoste causando grave perjuicio a las existencias de alcohol del club, y los dos primeros entonando además varias melodías con sus instrumentos musicales.
 * * * 
Del diario del Mayor Alain de la Débâcle, de los Dragones del Gran Duque Maximiliano de Valois:
 
15 de abril del año del Señor de 1658 
Tranquilidad esta semana en la que he acudido con regular frecuencia a la Garde Montante. Tampoco es que hubiera mucha actividad en el club, pero me encontré con Monsieur Cornamusa para otra breve pero intensa sesión musical. Después, Cornamusa me dijo que marchaba con prisa para desafiar al azar con su talento matemático. Espero que le haya ido bien en la mesa de juego. También mantuve interesantes conversaciones con Monsieur Le Clothes du Lacoste, que pertenece al regimiento amigo de la Guardia de Dragones; tengo la sensación de que haremos buenas cosas juntos.
 * * * Tercera semana 
De nuevo el centro de actividad social fue L'Epée D'Or, aunque la concurrencia fue algo menor. Repitieron Cole Campbell, fray Marcel y Thibault Cul-de-Sac, pero esta vez Cul-de-sac vino acompañado de las hermanas Dubois, una de las cuales, concretamente Madeleine, ya sabemos que es su dama. También Cole Campbell vino acompañado de Marianne, y por supuesto el errante Björn también hizo su aparición. El sueco se sentó en un rincón discreto donde se encontraban Cole y su dama y les contó:
 
-La desazón me corroe el alma, amigos míos. He logrado depauperar la contumacia de mi padre, quien finalmente me ha permitido regresar al hogar, mas estóyme encallado en tal punto, con el mismo negándose a dirigirme ni una palabra más de las indispensables. Parece que su animadversión hacia mi persona aún tardará en disiparse.
 * * * 
Del diario del Mayor Alain de la Débâcle, de los Dragones del Gran Duque Maximiliano de Valois:
 
22 de abril del año del Señor de 1658 
¡Semana aciaga! Todo iba muy bien hasta que decidí que debía atender a las exigencias que todo hombre que se precie experimenta. Visité varias tabernas y probé varios vinos y licores infames. Al salir, había oscurecido y no sé cómo, me perdí por las callejuelas de uno de los peores barrios de la ciudad. Llegué a un callejón sin salida y cuando quise volver sobre mis pasos, me topé con cuatro individuos de la peor calaña, embozados y armados. Uno de ellos me apuntó con un pistolón y me conminó a entregarle mi bolsa. Por circunstancias que no vienen al caso, llevaba encima una considerable suma. Por unos instantes, sopesé desenvainar el acero y hacerles frente, pero me di cuenta que lo único que conseguiría sería perder la bolsa y ganar un trozo de plomo en mi cuerpo. Así que accedí a la 'amable' petición del forajido. Mientras que el del pistolón no me quitaba ojo de encima, otro se acercó con precaución, con una daga en la mano y extendiendo la otra para recibir la bolsa. Antes de retirarse sigilosa y rápidamente, el cuarto hombre, que había permanecido en un segundo plano durante toda la escena, se giró y me dijo: 'Lo que el Señor os dio, el Señor os arrebata'. Y entonces me di cuenta que bajo su capa embozada, vestía un hábito religioso. ¡Los jesuitas otra vez! Recordé el encuentro en los Pirineos y me juré que esto no iba a acabar así.
 * * * Cuarta semana 
Una vez más, la Garde Montante fue escenario de una animada reunión. La verdad es que la dirección de este club tuvo un gran acierto al abrirlo a todos los oficiales de Caballería. Y esto era precisamente lo que estaban comentando Alain De La Débacle, monsieur Nienau y Phillipe Le Clothes Du Lacoste, que entre bebidas y risas pasaron una divertida velada.
 * * * 
Y la semana termina, cómo no, en L'Epée D'Or. Se reunieron en aquel club André du Guerrier con Christine Daé, Charles Batz-Castelmore con Magdalène Vien, Cole Campbell, le Castel, Thibault Cul-de-Sac y le comte de Dusel con Anne Lefèvre. Obviamente, coincidiendo du Guerrier con dos Mosqueteros del Rey, el enfrentamiento era inevitable. Y efectivamente salieron al patio trasero que el club tiene discretamente habilitado en sus instalaciones, y volvieron los tres al poco, el Mayor sujetándose el brazo derecho, que presentaba una mancha roja en la camisa.
 
Poco después, mientras Cole Campbell y Marianne bebían con el resto, apareció en el club el joven Björn, visiblemente eufórico.
 
-¡Amigo Cole! ¡Amiga Marianne! -dice a plena voz mientras se acerca a la pareja, embargado de felicidad.
 
-¡La vida me sonríe y colmado me hallo de grandes parabienes! ¡Por fin mi padre ha perdonado mi desliz en la bodega! Veréis, encontrábamosnos ambos cenando anoche, hundidos en la ya habitual tensión, cuando de repente, mi padre comenzó a toser aparatosamente mientras su faz se tornaba azulina ¡Se estaba ahogando con un trozo de pan, que en su enfado, no había mascado adecuadamente! Entonces corrí hacia él y con un certero golpe de mi palma en su cerviz, logré que lo expulsara. ¡No podríais creer cuán contento se puso! Siento que todo irá mejor a partir de ahora...
 
La pareja aludida no pudo evitar una sonrisa, y a continuación ambos se deshicieron en felicitaciones hacia el sueco.
 * * * 
Del diario del Mayor Alain de la Débâcle, de los Dragones del Gran Duque Maximiliano de Valois:
 
29 de abril del año del Señor de 1658 
Vuelvo a La Garde Montante, donde converso con Monsieur Le Clothes du Lacoste acerca de la próxima campaña de verano. Será el momento de demostrar nuestra valía y terminar de una vez por todas con el enemigo español. Se nos une Monsieur Nienau, mayor de los Coraceros del Delfín, con quien no había tenido el placer de conversar. Me he llevado una muy grata impresión de sus conocimientos militares y políticos. No comento con estos caballeros nada sobre el atraco que sufrí la semana pasada. Pero la verdad es que la cosa me corroe por dentro. El Teniente General de la Policía se dedica a detener a nuestro ministro de la Guerra, con una importante campaña militar en ciernes, y mientras tanto las calles de París están llenas de bandas como la que yo me topé que ponen en peligro las propiedades y las vidas de los ciudadanos. Aunque sé bien que lo mío no fue fruto de la casualidad, sino un nuevo episodio en un conflicto que comenzó el invierno pasado.
 * * * 
SU CRISTIANÍSIMA MAJESTAD EL REY LUIS XIVy en su nombre Su Excelencia el Ministro de Estadodictan lo siguiente:   
Habiendo escuchado los alegatos de la acusación y de la defensa, y examinado con diligencia las pruebas aportadas, declaramos a René Gade, Vizconde y Capitán de la Guardia Real, culpable del crimen de alta traición contra la Corona.
 
El tribunal considera que las pruebas, si bien indirectas, conforman un conjunto de indicios suficientes y concordantes: la nota manuscrita con iniciales coincidentes, la mención del nombre en documentos enemigos, y el hecho de haber permanecido en París durante una campaña a la que debía incorporarse, todo ello unido al hecho de haber señalado en su día la existencia de un traidor sin presentar prueba alguna, configuran un patrón de conducta orientado a desviar sospechas y aprovecharse del caos generado. Asimismo, el tribunal no da crédito a su afirmación de ignorancia del idioma francés, puesto que su alto rango en el ejército y su condición de Ministro de Bienestar y posteriormente de la Guerra lo obligaban al uso escrito y formal del idioma en comunicaciones oficiales. Negar dicha capacidad, siendo requisito esencial del cargo, no sólo carece de credibilidad, sino que refuerza la sospecha de ocultamiento deliberado.
 
Considerando la gravedad del delito, y el rango del acusado, se le condena a muerte por decapitación, conforme a las leyes que rigen el honor de los nobles.
 
La ejecución se llevará a cabo en el patio de la Bastilla, en el plazo de los próximos treinta días, en acto reservado y bajo vigilancia de la Guardia Real.
 
Así se dicta y así se cumple. Que Dios, más justo que nosotros, juzgue su alma.
 
París, a 20 de abril de 1658.
   * * * EL CABALLERO DEL MES El título de Caballero del mes corresponde a:Tessier Dusel
Por sus constantes esfuerzos en dinamizar la vida parisina.
 EL PATÁN DEL MES El título de Patán del mes corresponde a:Gamin de la Chaussée
Por abandonar súbitamente el cargo (y la partida) después de causar la celebración de un juicio sumarísimo.
 * * * NOMBRAMIENTOS HABIDOS ESTE MES 
Charles Batz-Castelmore ha sido nombrado Mayor de la Brigada de Guardias (M15A)Cole Campbell ha sido nombrado Mayor de la Brigada Montada (M15B)Thibaut Cul-de-sac ha sido nombrado Mayor de la Brigada Pesada (M15C)Alain de la Débâcle ha sido nombrado Mayor de la Brigada de Dragones (M15D)
 * * * ANUNCIOS DE PRESENTACIONES A CARGOS 
Christian De La Croix anuncia que se presentará a Ayudante de la 1ª División (M13A)
 * * * CARGOS PARA EL MES DE MAYO
| Cargo | Requisitos | N.S. mínimo | Quién nombra | 
|---|
 | Aides de Division | Teniente Coronel | 4 | Jefes Divisiones |  | Ayte. del Cardenal | Obispo | 12 | Cardenal |    ------------ Inicio de la estación de VERANO ------------ 
 CARGOS PARA EL MES DE JUNIO
| Cargo | Requisitos | N.S. mínimo | Quién nombra | 
|---|
 | Ministro de Ciencias | Brigadier o Baron | 10 | Min.Estado |  | Tte. Coronel Capellán | Obispo | 11 | Coronel |  * * * AGRADECIMIENTOS 
 
A José, por los fragmentos del diario de Alain de la DébacleA Mauro, por los fragmentos con las desdichas de Björn, el hijo del embajador sueco. Este personaje no-jugador no tiene ningún peso real en la partida, pero la verdad es que a nivel narrativo da mucho juego.A Lluís y a Marc, por los fragmentos para el juicio. NOTAS DE LOS REALES SECRETARIOS 
Recordad que el próximo mes se podrá influenciar a Su Majestad para intentar que conmute, o incluso perdone, la sentencia a Renné Gade. Los que nos indicasteis ya vuestras intenciones "por si acaso", por favor recordádnoslo otra vez en el turno de mayo.
 
En cuanto al enfado e incluso abandono de algunos jugadores, ya os avisé en la lista de correo de que habrá cambios en la partida, cambios que no serán visibles para vosotros pero estarán ahí. Algunos jugadores veteranos de otras partidas me han dicho que somos demasiado "transparentes" o demasiado "democráticos", así que a partir de ahora las decisiones arbitrales serán menos participativas. Espero que lo comprendáis.
 
En el plano personal, tengo pendiente hablar con Ezequiel para ver si puedo/podemos ayudarle en algo, pero de momento no quiero molestar.
 
¡Gracias y un saludo!
 FECHA LÍMITE PARA EL PRÓXIMO TURNO El plazo de entrega del próximo turno finaliza el viernes, 30 de mayo de 2025, a la medianoche (hora española peninsular). ¡Hasta pronto! 
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