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REAL CRÓNICA DE FEBRERO DE 1657
(Número 369)

ECOS DE SOCIEDAD

Primera semana

Es obvio que le Théatre Royale es como una orquídea que necesita atenciones constantes para dar lo mejor de sí mismo. El relevo del Ministro de Humanidades ha provocado que el estreno teatral de este mes haya sido un fiasco. André du Guerrier salió malhumorado del teatro, mientras que Christine, agarrada de su brazo, no podía reprimir un bostezo tras otro, cubriéndose la boca con su delicada mano. Tampoco Phillipe Le Clothes Du Lacoste y Renné Gade, este último acompañado de Eléonor d'Yberville, quedaron satisfechos en absoluto: se cruzaron a la salida del edificio, y por sus comentarios deducimos que la obra no fue en absoluto de su agrado.

* * *

Ignorando los amenazantes anónimos recibidos y desoyendo los consejos de Alexandre de l'Oie y Damien Moreau, François Lampourde decidió acudir al santuario en el bosque al que se le había convocado. "No podemos permitir que destruyan la ermita", insistía. Finalmente sus amigos consintieron en dejarle ir, pero obviamente no permitieron que fuera solo.

Al caer la tarde, de l'Oie y un destacamento de Dragones recogió a Lampourde y a Damien en la Cofradía. Lampourde iba sentado en el pescante del carro tirado por Malherbe, con Damien a su lado. Al salir de la ciudad, Damien se escondió detrás, agachado bajo una lona. La escolta iba por detrás a cierta distancia, con los cascos de los caballos envueltos en trapos para amortiguar el ruido. Después de un buen rato simplemente siguiendo el camino, Damien, mirando desde debajo de la lona, indicó a Lampourde que tirase de las riendas de Malherbe para hacerlo girar a la derecha, subiendo así por el sendero en cuesta que llevaba al santuario.

Llegados allí, ya anochecido, Lampourde descendió del carro y, ayudándose con su bastón y bajo la atenta mirada de Damien, se dirigió al manantial. En ese momento se desató el infierno. De la oscuridad salió un número indeterminado de sombras que se abalanzó sobre los dos hombres. Al instante apareció la escolta liderada por Alexandre, que se había apostado discretamente en los alrededores. El combate fue breve pero intenso, ya que los militares estaban mucho mejor preparados que los asaltantes; sin embargo, cuando parecía que los Dragones tenían la partida ganada, un denso humo negro envolvió la escena. La escaramuza se convirtió en un caos de golpes y gritos donde ninguno de los dos bandos era capaz de reconocer a los suyos. Por si esto fuera poco, en medio de la algarabía, de manera inexplicable, algo que parecía el carro de Lampourde, vacío y sin Malherbe, cruzó el claro como una exhalación. Los soldados y asaltantes, ocupados en distinguirse y atacarse unos a otros, se desbandaron intentando esquivar la amenaza, que finalmente fue sendero abajo para acabar estrellándose contra un árbol.

Al disiparse el humo quedaron dos asaltantes muertoes, un Dragón herido en un brazo, y unos confusos pero ilesos Damien Moreau y Alexandre de l'Oie buscando a Lampourde. De él no quedaba otro rastro que su bastón, caído a los pies de la Virgen Negra. Tampoco se sabe nada del paradero de Malherbe, que probablemente huyó despavorido de la refriega.

* * *

Y, en vista de que la calidad del teatro francés parece entrar otra vez en crisis, varios caballeros parecen resueltos a solucionar el problema por su cuenta. Eugnace-Michel de Laderoute está escribiendo una nueva obra teatral, así como también Jean Duprey; este último lo está llevando a extremos casi obsesivos, pasando horas y días encerrado en su buhardilla, emborronando cuartilla tras cuartilla, releyéndolas, y arrugando furioso algunas de ellas para acto seguido arrojarlas al suelo.

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Segunda semana

A la atención de le Comte du Parrot:
 
Distinguido Comte, permitidme presentarme. Mi nombre es Denis Valmont, cuyo apellido conocéis bien por mi padre, Le Marquis de La Garrigue. Recientemente he desembarcado en Bordeaux, procedente de la colonia de Québec, donde mi familia reside y ayuda en lo que puede a la prosperidad de los nuevos territorios de la Corona francesa. Tengo en mi poder una carta de mi amado padre, escrita de su puño y letra, que me ha confiado para entregársela en mano a vuestra merced. Dado que, según mis indagaciones, habéis vuelto a vuestra Marsella natal, tengo intención de viajar a corto plazo para cumplir con esta misión. Supongo que estaréis al tanto de que mi familia paterna procede, como vos, de Marsella, y es bastante probable que os hayáis encontrado o conozcáis a algunos de mis parientes. Tanto mi abuelo, Louis le Jeune, Viscomte de Valmont, como mi tío Charles, así como mis numerosos primos, siguen residiendo mayoritariamente en Marsella, con algunas excepciones. Yo apenas tenía cuatro años de edad cuando abandonamos el viejo continente, acompañando a Nueva Francia al célebre Paul Chomedey de Maisonneuve, por lo que tengo vagos recuerdos y es imperativo la visita familiar. Disculpe si le aburro con mis explicaciones. Baste decir que con el viaje cumpliré con los dos propósitos. Por favor, hágame saber si desea que se realice el encuentro, pues, según tengo entendido, quizás no quiera saber nada de mi familia. De no tener noticias suyas en el plazo de dos meses, entenderé que no es su deseo recibirme, cuestión que, por supuesto, respetaré. En caso afirmativo, mi padre insiste en que el encuentro tenga lugar en un lugar público y frecuentado, como algún club de caballeros marsellés. Aunque no entiendo la necesidad de ello, respetaré sus deseos, como es mi deber.
 
Atentamente,
Denis Valmont

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Cuartel de la Guardia del Cardenal. En la gran plaza interior, el Segundo Batallón está a punto de efectuar algunos ejercicios de práctica de esgrima, de manera que los oficiales se disponen alrededor del Mayor Du Guerrier, impacientes. Este, de manera breve y concisa, imparte las instrucciones pertinentes a cada uno de sus subalternos, para que cada cual asuma su papel en los ejercicios. Él mismo, despojándose de su tabardo y quedándose en camisa, participará en ellos encuadrado en su antigua Compañía. A su orden, la danza de acero se inicia en el patio, y el entrechocar de aceros, con ese tintineo tan característico, inunda el ambiente marcando un ritmo creciente. Du Guerrier dirige a menudo, o se deja comandar cuando toca, retrocede o avanza en función de la necesidad y, finalmente, fluye del combate grupal al lance individual que ha programado y con el que concluirá su participación. Se enfrenta al capitán de su compañía: el joven es muy bueno, y es rápido. Tira con fuerza y responde con agilidad. Un buen contrincante. De repente, inesperadamente, el capitán enmascara su movimiento dentro de otro movimiento, pillándole por sorpresa e impactando a placer en su pecho.

Du Guerrier se detiene, baja su acero y cierra su otra mano en el filo de su contrincante, asiéndolo. Levanta la mirada hacia el capitán, y éste se la devuelve, incrédulo por su victoria. El mayor asiente y sonríe a su subordinado para, tras una ligera reverencia, recoger sus enseres y abandonar la plaza en la que los combates aún continúan. Antes de dejarla atrás, Du Guerrier se detiene una vez más, y observa el patio. Frunce el ceño. Algo ha pasado ahí. Su mente vuela a los sucesos de un año atrás, y aquellas palabras a las que no había prestado mucha atención vuelven a su mente, diáfanas, traspasándola:

"Buscad la finta dentro de la finta dentro de la finta..."

El mayor se queda absorto, masticando esas palabras. De pronto algo encaja en su mente y, mascullando una blasfemia, abandona el cuartel a toda prisa.

* * *

Después de una tarde apacible entregado a la lectura y a los juegos de naipes con Violette, Eugnace-Michel empieza a recibir a los caballeros con una jarra repleta de café caliente, especiado -y con un toque de alegría- para evitar que esta vez alguien acabe dormido debajo de un tapiz, un sofá, o recostado en el dintel de la puerta del salón Rouge.

Aparece el recién llegado Denis Valmont puntual, acompañado por Thibaut Cul-de-sac. Alexandre de l'Oie aparece junto con el Mayor de los Coraceros del Delfín, Bernille Nienau, mientras mantienen una conversación animada. Poco después llega Gamin de la Chaussée, quien después de oler el brebaje negro declina educadamente beberlo. Jean Luc Picard es el último en llegar, sus pasos resuenan con energía al acercarse a la concurrida mesa, donde afanosamente se pasa rápidamente del café al vino y la cerveza.

De Ladéroute, cómodo y apoltronado se dispone una vez más a saludar a los caballeros:

-Bienvenidos caballeros, y feliz encuentro! Parece que París cuenta con la bendición del corazón Canadienne, que sin duda nos ha traído a Fray Denis Valmont; ya podemos decir que la patria Acadiana está bien representada hoy. Por cierto, ¿dónde está el hermano Lampourde?

-Eso nos gustaría saber a todos -respondió el aviñonés-. Desde la emboscada que nos tendieron en la ermita, no le hemos vuelto a ver. Nos tememos que lo hayan secuestrado, o algo peor.

Un ominoso silencio se adueñó de la reunión, silencio que monsieur Laderoute intentó romper hablando animadamente:

-Monsieur Jean-Luc, hemos coincidido alguna vez; me alegro de que podamos compartir impresiones en esta velada. También quiero hacer especial mención a Monsieur Bernille, Mayor de mi regimiento, del que estoy muy orgulloso de formar parte. Monsieur Alexandre, feliz también de contar con su presencia.

Violette, algo agotada por la repetida introducción, interpela a Eugnace-Michel: "Querido Eugnace, no seas tan pesado...¡pero si todo el mundo hace un buen rato que se ha saludado! Deja espacio y momentos para hablar a los caballeros libremente, y que lo hagan cuando quieran, si ese es su deseo".

Denis Valmont con voz grave y ocultando su rostro bajo la capucha, asiente con firmeza:

-Gracias, bella Violette. La verdad, monsieur de Ladéroute, que no provengo de Acadia, sino de la colonia de Québec. La mayor parte de mi vida la pasé en Ville Marie de Mont-real. Pero por favor, hablen ustedes. Yo prefiero mantenerme en silencio y aprender de sus mercedes.

Tras un silencio quizá demasiado largo entre copas y jarras de cerveza, Eugnace-Michel prosigue:

-¡Vaya! Parece que después de un largo silencio será mejor que vuelva a entrar en liza y me presente. Yo nací en una pequeña localidad cercana a St. Aubin-en-Bray; un lugar no demasiado alejado de Rouen; en el departamento de Oise. De familia dedicada al comercio por generaciones, en nuestra hacienda contamos con una buena biblioteca que lleva creciendo y adquiriendo nuevos tomos gracias a las constantes aportaciones de la familia Seguin (en realidad, ése es nuestro apellido original) desde hace más de setenta años.

Y debido a esta curiosa contingencia, crecí entre libros, ¡literalmente! (Violette eleva los ojos mirando al artesonado del techo, mientras asiente distraída)....En cuanto tuve la edad suficiente, mis padres me enviaron a Rouen, para desarrollar mi vida académica a través de varias escuelas, centrado en el desarrollo del conocimiento, humanidades y las ciencias modernas. De forma secundaria participé como aprendiz en el oficio editorial; incluso llegué a trabajar en una imprenta: Rouen no es la ciudad más importante de todas en cuanto a impresión de volúmenes, pero sigue teniendo un reputado lugar por el desarrollo de nuevas técnicas de impresión...

En ese momento, Monsieur Thibaut aprovecha a captar la atención de la sala, entre algún que otro omitido bostezo entre copa y copa:

-Me complacería enormemente compartir con los presentes una anécdota que, aunque simple, captura la esencia de mi tierra natal, Bayona, y el espíritu aventurero que me impulsa. (Alzando el tono de voz, haciendo que aquéllos que quieran o no escuchar le presten atención).

»Imaginad, si podéis, un día soleado en las calles empedradas de Bayona, donde el aroma del jazmín y la sal del mar se entrelazan en el aire. Era en una de esas calles donde presencié una situación que me dejó perplejo y maravillado al mismo tiempo.

»En un callejón sombreado, presencié un duelo de espadas entre dos caballeros, cada uno más apasionado que el otro en la defensa de su honor. Los aceros chispeaban bajo el sol mientras sus movimientos elegantes y precisos parecían danzar al ritmo de su propio enfrentamiento. Fue un espectáculo impresionante, digno de las epopeyas más grandiosas.

»Pero lo que más me sorprendió no fue la destreza de los espadachines, sino lo que sucedió después del duelo. Con el sol aún brillando en lo alto, los dos caballeros, en lugar de continuar su disputa, se reconciliaron con una camaradería inesperada. Descubrí que su desacuerdo había surgido por una joven dama de la corte, cuya belleza había cautivado sus corazones y avivado la llama de la rivalidad.

»Fue un recordatorio de la naturaleza voluble del amor y la pasión, así como de la importancia de la amistad y el respeto mutuo entre caballeros. Desde ese día, he llevado en mi corazón la lección de que incluso los duelos más encarnizados pueden terminar en armonía si hay voluntad de entenderse y perdonarse mutuamente.

»Espero que esta historia les haya traído una sonrisa a sus labios por un recuerdo propio, ya que seguro que los distinguidos caballeros que hoy se encuentran presentes, han participado o contemplado anécdotas muy similares.

»Que nuestra amistad, que hoy empieza, continúe floreciendo como las flores en primavera, de mi amada Bayonna y que, juntos, sigamos explorando los caminos de la aventura y la camaradería....

De Ladéroute con la mirada perdida en el fuego de la chimenea del salón, responde:

-Desde luego, es una bella historia; ahora que estoy escribiendo una obra de teatro me dejaré inspirar por vuestra anécdota. En otro orden, ¿habéis pensado ya en qué regimiento querréis ingresar? Tanto mi Mayor, Monsieur Bernille, como yo estaríamos encantados de hablaros un poco más de los Coraceros de nuestro Dauphin. La caballería de nuestro ejército suele atacar y replegarse en primera línea, con la ayuda y apoyo de la artillería. Si queréis encontrar oportunidades para demostrar coraje y temple en el campo de batalla, sería un honor contar con vuestra presencia en nuestro regimiento (mirando afectuosamente a Violette y alzando su copa, mientras se sonrojan los dos).

A la santé de tous; ¡por la amistad, el coraje, y el amor!

Cul-de-Sac sigue con su relato, no dejándose distraer demasiado por de Ladéroute:

-...Tajos y estocadas cruzaban sin cesar, pero cuando brotó la sangre diéronse cuenta de que nada valia mas que su amistad y finalizaron ahi su rivalidad. Los coraceros del Delfín son uno de los regimientos que tengo previsto postular mi candidatura, si me alcanza la suerte. ¡¡Por la amistad y el coraje!!

En ese preciso momento, Valmont aprovecha a levantarse de la silla, se agarra a la mesa para mantener el equilibrio y eleva su copa por fin al cielo:

-¡Por la amistad!, ¡por el vino! ¡y por la buena (hips) vida del higo (con voz ronca que se torna un tanto cantarina al final)

El resto de la velada fue bajando en intensidad, a medida que las botellas ya vacías se iban apilando encima de la mesa del salón. Poco antes de cerrar el club, el personal tuvo que despertar con tacto y mesura a un caballero que, en su sueño alborozado luchaba haciendo fintas imaginarias mientras corría raudo y veloz, dándo órdenes a su regimiento y a caballo, en su montura.

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Y mientras todo esto ocurría, a altas horas de la noche, Tessier Dusel seguía absorto en su despacho elaborando una lista de las potencias europeas y asiáticas, sus reyes y gobernantes, y la relación que cada una de ellas tiene con Francia. Este informe, presentado a Su Majestad y al Ministro de Estado, permitirá definir la posición de Francia en el mundo y trazar una estrategia diplomática y militar acorde con los intereses de nuestro Reino.

* * *

Tercera semana

A veces tenemos las cosas extraordinarias tan cerca de nosotros que pasan años y años sin que nunca hayamos hecho el pequeño esfuerzo de ir a verlas. De la misma manera que hay parisinos que nunca se han extasiado ante los suntuosos interiores de Nôtre Dame porque los años y la crianza les han creado el hábito de acudir simplemente a la parroquia de su barrio, du Guerrier se dio cuenta súbitamente un día de que no había pisado el Gran Casino de París desde su llegada a la Cité, hace ya... ¿cuántos años? ¿siete? Sea como sea, Du Guerrier decidió poner remedio a dicha carencia, y pasó una velada interesante, aunque hay que decir que la suerte le sonrió de manera desigual en las mesas de juego.

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Y, como empieza a ser habitual, Su Alteza Real el Delfín de Francia, tío de Su Majestad el Rey, se dejó ver por L'Epée D'Or acompañado de su ayuda de cámara, Francesco Maria Broglia, quien además invitó a Charles Batz-Castelmore a acompañarles. Como siempre, los tres estuvieron bebiendo y alternando en un reservado hasta altas horas de la noche.

Por su parte, Jacques de la Touché prefirió prescindir del club e invitar directamente a le baron de Dusel a su mansión, pidiéndole expresamente que trajese a madame Gramme. Finalmente, aunque la intención de el gascón era traer a madre e hija, solamente Béatrice, la madre, pudo acudir al encuentro, ya que su hija, a la que excusó, tenía un compromiso previo. No ha trascendido el tema de las conversaciones que tuvieron lugar durante la velada, aunque parece ser que la cena fue en realidad una reunión de negocios.

Y, como pudimos comprobar posteriormente, el compromiso previo de Anne Gramme no fue otro que un paseo por el parque de les Tuileries, donde se encontró con Hércule Delaveau que, ataviado con sus mejores galas y portando una pequeña caja que contenía una gargantilla de brillantes, le pidió de inmediato que fuese su dama, a lo que ésta accedió encantada. ¡Enhorabuena a la nueva pareja!

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Cuarta semana

Esta semana nos hemos encontrado con dos maneras muy opuestas de ver el Carnaval. La primera, la más tradicional, en L'Epée D'Or, donde Charles Batz-Castelmore organizó una fiesta de disfraces. Dio ejemplo acudiendo él mismo disfrazado de Pierrot, mientras que Magdalène Vien llevaba un disfraz de Colombina. Al poco apareció Renné Gade junto con Eléonor d'Yberville, vestidos ambos de emperador y emperatriz romanos, con sendas túnicas y coronas de laureles. El Mayor se encargó de traer antifaces y capas de distintos colores, todos muy chillones, para los que no hubieran venido disfrazados de casa, y además se encargó de que una orquesta amenizara la velada. El problema fue que también Batz-Castelmore había pensado en esto, de modo que finalmente fueron dos orquestas las que se dieron cita en el salón. También Cael de Rouen con Laurélie Hagopian, el Barón de Broglia con Claire Lagaine y le baron de Dusel con Georgette d'Avignon hicieron acto de presencia, aunque disfrazados sólo con antifaces.

Al final de la fiesta se eligió por votación a la pareja con mejor atuendo o máscara de carnaval. Las damas asistentes anotaron el nombre de los designados en pequeños trozos de papel y fueron echándolos doblados dentro de una copa. La velada acabó con un último baile que inició la pareja seleccionada, concretamente Charles Batz-Castelmore y Magdalène Vien.

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Por otra parte, en Les Tuiles Bleues tuvo lugar un carnaval totalmente distinto: la reunión de los Amis du Théatre, organizada por Hércule Delaveau y a la que asistieron además de l'Oie (cargado con una caja de vino), monsieur Nienau, Denis Valmont y Thibaut Cul-de-sac.

Los asistentes leyeron diversos fragmentos teatrales, incluyendo alguno de obras todavía en preparación, y Nienau ofreció algunas canciones trovadorescas de la región del Languedoc, con las que concluyó la velada.

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EL CABALLERO DEL MES

El título de Caballero del mes corresponde a:
 

Hércule Delaveau
Por ser el favorito de las Musas, como se demostró en su contundente estreno teatral.

EL PATÁN DEL MES

El título de Patán del mes corresponde a:
 

Jacques de la Touché
A petición propia, por entregar el turno unos minutos tarde. ¿Qué podemos objetar contra ese argumento?

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NOMBRAMIENTOS HABIDOS ESTE MES

    • 103 ha sido nombrado Auditor General de Finanzas (C07)
    • Francesco Maria Broglia ha sido nombrado Ministro de Justicia (C08)
    • Jacques de la Touché ha sido nombrado Teniente General de la Policía (C09)
    • 100 ha sido nombrado Mariscal de Francia (M01)
    • Cael de Rouen ha sido nombrado Inspector General de Caballería (M03)
    • 101 ha sido nombrado Inspector General de Infantería (M04)

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ANUNCIOS DE PRESENTACIONES A CARGOS

    • Charles Batz-Castelmore anuncia que se presentará a Aide de chambre de Mariscal (M12)
    • Cael de Rouen anuncia que se presentará a Mando del 2º Ejército (M02B)
    • Francesco Maria Broglia anuncia que se presentará a Ministro del Bienestar (C06)
    • Jean-Luc Picard anuncia que se presentará a Aide de chambre de Mariscal (M12)
    • Renné Gade anuncia que se presentará a Ministro del Bienestar (C06)

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------------ Inicio de la estación de PRIMAVERA ------------


CARGOS PARA EL MES DE MARZO
CargoRequisitosN.S. mínimoQuién nombra
Ministro del Bienestar Brgder. o Baron 10 Min.Estado
Ayudante General General o superior 8 Maréchal France
Jefes de Ejercito General o superior 10 Maréchal France
Aide camara Maréchal Teniente Coronel 6 Maréchal France
General capellán Arzobispo 13 Maréchal France
Jefes de Brigada Brigadier General 6 Inspectores Generales

 

CARGOS PARA EL MES DE ABRIL
CargoRequisitosN.S. mínimoQuién nombra
Jefes de DivisiónTte.General o superior 8Aide General
Aides de Ejercito Coronel 5Jefes Ejércitos
Mayores de Brigada Mayor 3Jefes Brigadas
Quartermasters Brigadier General 6Jefes Ejércitos
Administrador diocesano Obispo 12Cardenal

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AGRADECIMIENTOS
(los que nos permiten poner; hay más, pero son secretos en interés de la trama o a petición del afectado)

A Víctor, Johnny, Xavier, Álex y Nacho, por la crónica del encuentro en Phillippe Le Rouge la segunda semana (especialmente a Nacho que hizo la labor final de unir los fragmentos y darles coherencia). La verdad es que este sistema de escribir un relato conjuntamente a base de irse pasando el texto y añadiendo párrafos es muy interesante y dinámico.

NOTAS DE LOS REALES SECRETARIOS

A mediados de este mes, el Primer Secretario vuelve a irse a Japón. "Qué suerte", diréis algunos, pero bueno, es por motivos familiares. Afortunadamente estaré de vuelta a tiempo para procesar el turno (por eso la fecha límite es el viernes 5 de abril y no el 29 de marzo como cabría esperar). Os lo comento por si notáis que tardo más de lo normal (que ya es decir...) en responder los mensajes. Joan, como de costumbre, hará lo que pueda por su cuenta.

FECHA LÍMITE PARA EL PRÓXIMO TURNO

El plazo de entrega del próximo turno finaliza el viernes, 5 de abril de 2024, a la medianoche (hora española peninsular).

¡Hasta pronto!

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