| REAL CRÓNICA DE SEPTIEMBRE 1655(Número 352)
GACETA MILITAR Final de la campaña militar de verano 
Por fin, después de un largo verano, las tropas regulares han vuelto a París. Sólo los Regimientos Fronterizos, los Cazadores de Montaña y la Brigada Pesada permanecen en campaña; respecto a esta última, está por confirmar si volverán a finales de este mes o permanecerán más tiempo en el frente.
 ECOS DE SOCIEDAD Primera semana 
Poco antes del anochecer, una calesa entra en el zaguán de la residencia de la familia Hagopian. El cochero baja del pescante y anuncia su llegada a una doncella que ha abierto la puerta. De inmediato, casi sin dar tiempo a Charles Batz-Castelmore baje del carruaje para saludar a su amigo, sale Cael de Rouen acompañado de Laurélie Hagopian. Tras intercambiar las habituales cortesías, suben los tres a la calesa, Laurélie ayudada por le Baron de Rouen, donde les espera Magdalène Vien. El cochero cierra la portilla, maniobra los caballos para salir del zaguán, y de inmediato sube al pescante y se pone en marcha rumbo al Théatre Royale. Allí les esperan André du Guerrier y Christine Daé, y tras un nuevo intercambio de saludos se dirigen todos al palco que ha alquilado el normando. La obra, sin ser una maravilla, entretiene y divierte a los asistentes. No cabe duda de que el intenso trabajo de Jacques de la Touche tras haber tomado el control del Théatre Royale está dando sus frutos.
 * * * Mientras, Alain Dumont prefirió no arriesgarse con el estreno y llevó a Mussette d'Envion a Le Crapaud et l'Apricot. El club, prácticamente vacío, les ofreció un espacio de tranquilidad que invitaba a la conversación y a una tierna velada de pareja. * * * Segunda semana  La segunda semana, Francesco Maria Broglia invitó a Les Chasseurs a François de Hadoque y Tessier Dusel, con el fin de conocerlos, compartir unas jarras y, según él mismo, "explicarles París a los recién llegados". Se presentó el anfitrión puntualmente, y los invitados no pudieron evitar dirigir sus miradas a un enorme rollo de papel que Broglia llevaba en la mano, atado con un trozo de cordel. "A su debido momento, messieurs, a su debido momento", dijo éste con una sonrisa al ver las miradas curiosas.
 Transcurrió la velada con los recién llegados preguntando y el anfitrión respondiendo, hasta que éste tomó el rollo de papel, que aparentemente había quedado olvidado y, desatando el cordel, lo extendió sobre la mesa tras asegurarse de que estaba limpia. "Aquí tienen una pequeña maravilla que les será muy útil, mes amis. Es del año pasado, pero la Cité no ha cambiado tanto". Y expuso ante los asombrados ojos de el gascón y François de Hadoque nada menos que el plano de Merian, publicado hace menos de un año. Además, dos copias, una para cada uno. Ni uno ni otro conocían la existencia de un plano tan detallado, ni podían imaginar que fuera posible tal nivel de detalle. Un regalo de bienvenida excelente, sin duda...
 * * * Tercera semana 
Comenzó la semana con la ceremonia en la que Su Majestad el Rey entregó a Renné Gade y Francesco Maria Broglia los títulos de Chevalier d'Honneur concedidos por su valor en combate. Siguiendo un ritual cuyo origen se pierde en la noche de los tiempos, el joven Rey se acercó a los dos caballeros que, rodilla en tierra y cabeza agachada, esperaban las palabras de Su Majestad. Armado con una espada, tocó suavemente a cada uno en el hombro derecho primero y en el izquierdo después, tras lo cual con un gesto les invitó a alzarse y les entregó de su propia mano los correspondientes títulos. Reverencia, y lenta retirada caminando hacia atrás para no dar la espalda a Su Majestad tal como marca el protocolo, lo cual provocó una situación cómica ya que ambos estuvieron a punto de tropezar uno con otro. El Rey no pudo reprimir una leve sonrisa al notarlo, pero por suerte la cosa no pasó a mayores.
 * * * 
En la residencia de Jacques de la Touche todo era actividad frenética. Doncellas y ama de llaves que corrían escaleras arriba cargadas con paños limpios y barreños de agua hervida, y luego bajaban corriendo a por más. En la alcoba, Mme. De la Touche se retorcía con los dolores del parto. Mientras tanto, le Baron de la Touche daba vueltas por la casa como pollo sin cabeza, ora subiendo las escaleras y tropezando con dos o tres doncellas, ora asomándose a la alcoba para recibir un portazo en las narices, ora metiéndose en la cocina para ser invariablemente arrastrado fuera. Finalmente, después de tropezar con la corpulenta ama de llaves en la puerta de la cocina por enésima vez, ésta tuvo una inspiración: -¡Señor, qué fortuna encontraros! ¡Acompañadme, necesito vuestra ayuda! Al aludido, feliz por poder hacer finalmente algo, ni se le ocurrió preguntar y siguió al ama. Ésta lo condujo ante una puerta cerrada y la abrió gritando:  -¡Rápido, pasad aquí dentro! ¡No hay tiempo que perder! Veloz como el rayo, le Baron de la Touche irrumpió en el cuarto... Para darse de bruces contra un montón de escobas y cepillos. Cuando quiso reaccionar, la astuta ama ya había echado la llave al cuarto desde fuera, encerrando al atribulado padre. -Disculpadme, señor, pero prefiero encerraros que tener que curaros quemaduras de algún barreño de agua hirviendo derramado. Obstaculizáis el trabajo, y esto son cosas de mujeres así que poco o nada podéis hacer. Vendré a buscaros cuando hayamos terminado. De nada sirvieron los porrazos a la puerta ni las amenazas de envíos al infierno. Al cabo de poco, le Baron de la Touche se resignó a estar encerrado y se sentó sobre un cubo de madera vacío y vuelto del revés, no sin dejar de repasar detenidamente todo su repertorio de juramentos y maldiciones marineros sin olvidarse ni uno. Una eternidad más tarde oyó girar la llave en la cerradura y se levantó. La puerta se entreabrió, y apareció en el hueco el rostro de una joven doncella, con una sonrisa de oreja a oreja, que le dijo: -¡Enhorabuena, señor! ¡Es un niño! le Baron de la Touche lanzó un grito de alegría y se disponía a salir del cuarto de las escobas cuando de repente recibió un vigoroso portazo en las narices que lo sentó de nuevo sobre el cubo. Antes de empezar a gritar de nuevo, oyó la voz de la doncella protestando: -¡Pero ama! ¡Me habíais ordenado que abriese al señor! ¿Cómo? ¿Otro? ¡Ay madre mía! ¡Perdonadme, señor -aquí acercó la boca a la puerta y levantó la voz para hacerse oír dentro del armario-, pero me dice el ama que no puedo abriros todavía! ¡Os suplico paciencia! Y no os preocupéis: ¡todo va bien y no hay complicación ninguna! Renunciamos a describir el estado de nervios de le Baron de la Touche. Cuando por fin se abrió la puerta, salió hecho una fiera para encontrarse de frente al ama de llaves sujetando... dos bebés, uno en cada brazo. -Señor, no sé si habríais preferido un niño o una niña, pero sea como sea quedaréis satisfecho. ¡Son dos, uno de cada! -dijo con un guiño y una amplia sonrisa-. La señora se encuentra perfectamente, pero como comprenderéis está agotada. Podéis subir a verla, pero si duerme no la despert... ¡Despacio, señor! -acabó gritando mientras le Baron de la Touche se precipitaba escaleras arriba. -Bueno, por lo menos no ha dicho nada del encierro -dijo la doncella. -Claro que no -repuso el ama de llaves guiñando el ojo-. Ya sabía yo que al ver a los bebés se le olvidaría.
 * * * Cuarta semana 
Y llegó la última semana del mes, en la que se celebró la fiesta de Charles Batz-Castelmore en L'Epée D'Or. Asistieron, además del propio Charles Batz-Castelmore y su dama Magdalène Vien, André du Guerrier con Christine Daé, caminando él con ayuda de un bastón, Jacques de la Touche, Renné Gade y Tessier Dusel. Acudió también Alexandre de l'Oie, acompañado de una jovencísima dama a la que nadie conocía y que provocó murmullos de curiosidad entre el resto de invitadas. Nadie cometió la indiscreción de preguntarle directamente, pero se hizo el sordo ante las preguntas indirectas y la presentó sencillamente como "Nadine". Ella, muy poco habladora, esquivó también las preguntas, aunque se pudo saber que hacía "mucho tiempo" que conocía a de l'Oie. Finalmente, éste consiguió distraer la atención general gracias a unas cajas de vino que había hecho traer de su hacienda familiar. Mientras tanto, en un rincón del salón, tenía lugar este breve diálogo: -No es nada personal, pero comprenderéis que no puedo permitirme según qué compañías. -Totalmente de acuerdo, monsieur. Vamos pues. Liquidemos el asunto de una vez y sin armar jaleo. Tras lo cual sólo los más observadores vieron salir discretamente a Gade y du Guerrier en dirección al traspatio del club. Volvieron al cabo de un rato, el auvernés sujetándose el brazo derecho con la mano izquierda, sin decir palabra ninguno de los dos. -Y a todo esto, ¿dónde está Francesco Maria Broglia? La pregunta surgió de labios del anfitrión, y sin duda la formuló en el instante oportuno, porque recibió respuesta inmediata del interpelado, que entraba en ese momento por la puerta: -¡Aquí, y no vengo solo! Se paró junto a la puerta y cambiando el tono anunció con voz solemne: -Mesdames et messieurs, Le Dauphin de France! En efecto, el Delfín hizo su entrada en el atestado salón, comentando: -Caramba, qué ambiente hay hoy. ¡Será divertido! le Baron de la Touche, antiguo ayuda de cámara del delfín, se acercó a saludarle con una copa en la mano. -Monsieur, ¿puedo pediros un brindis por mis retoños? Y Broglia, siempre al quite: -Serán vuestros ahijados, Monsieur, tal como expresasteis desear. -Vaya, qué sorpresa, yo recordaba sólo uno -repuso el Delfín-. Pero no importa: como dos no me suponen más trabajo que uno -risas de la concurrencia-, acepto con gusto. ¡Enhorabuena, Jacques! Pero no limitemos el brindis a nosotros dos. Maître! Vin pour tous!
 * * * La cara opuesta de la moneda fue la misa que Orland Touril dio en su parroquia para celebrar el regreso de las tropas. La iglesia se veía prácticamente vacía, y solamente unas pocas damas y ancianos, dispersos en los bancos de madera aquí y allá, evitaban la total soledad. Acabada la misa y viendo la frustración en el rostro del joven sacerdote, el viejo párroco retirado se acercó a él y le dijo: -Hijo mío, cuando muchos son los llamados, pocos son los elegidos. Si nadie es llamado, ¿quién será elegido? Y ante la cara de no entender con que se encontró, continuó: Hijo, cuando celebres una misa por algún motivo especial, siempre hazlo saber a todo París, y procura no coincidir con ningún acontecimiento mundano, ya que éstos por desgracia gozan de la preferencia de las almas cristianas en estos aciagos tiempos.
 
 * * * NOMBRAMIENTOS HABIDOS ESTE MES 
Francesco Maria Broglia ha renovado su cargo como Aide de Chambre du Dauphin (M16)Tessier Dusel ha sido nombrado Ayudante Regimental de la Guardia Real (M20A) 
 * * * ANUNCIOS DE PRESENTACIONES A CARGOS 
Francesco Maria Broglia anuncia que se presentará a Capitán de la Escolta Real (M17).Tessier Dusel anuncia que se presentará a Capitán de la Escolta Real (M17). 
 * * * 
 CARGOS PARA EL MES DE OCTUBRE
| Cargo | Requisitos | N.S. mínimo | Quién nombra | 
|---|
 | Capitán Escolta Real | Capitán de Guardia Real | 9 | Gob.Mil.París |  | Capitán Escolta Cardenal | Capitán Guardia Cardenal | 7 | Gob.Mil.París |  | Abanderado Escolta Real | Subalterno Guardia Real | 9 | Gob.Mil.París |  | Abanderado Escolta Cardenal | Subalterno Guardia Cardenal | 6 | Gob.Mil.París |  | Chancellor | Vicario | 11 | Arzobispo |    CARGOS PARA EL MES DE NOVIEMBRE
| Cargo | Requisitos | N.S. mínimo | Quién nombra | 
|---|
 | Soldados escolta Real | Soldado Guardia Real | 8 | Capitán Escolta |  | Soldados escolta Cardenal | Soldado Guardia Cardenal | 5 | Capitán Escolta |  | Oficial diocesano | Vicario | 10 | Arzobispo |  
 * * * NOTAS DE LOS ÁRBITROS ¡Once turnos este mes! La cosa va subiendo poco a poco. Si conocéis a alguien que pueda estar interesado en jugar, ¡decídselo, por favor! A ver si recuperamos el esplendor de tiempos pasados ;-) Otra cosa: Se ha puesto en contacto conmigo el propietario del blog Rol de los 90 para hacerme unas preguntillas acerca de nuestra partida. He echado un vistazo a su blog, y vale MUCHO la pena, tanto si sois de la vieja guardia y os apetece sentir un poco de nostalgia como si sois más jóvenes y queréis conocer los comienzos de esta afición. ¡No os lo perdáis!
 FECHA LÍMITE PARA EL PRÓXIMO TURNO El plazo de entrega del próximo turno finaliza el viernes, 4 de noviembre de 2022, a la medianoche (hora española peninsular). ¡Hasta pronto! 
 Volver a la página principal. 
 ®"En Garde!" es una marca registrada de Margam Evans Limited |