GACETA MILITAR
Pirineo navarro
Las tempestades de nieve y, sobre todo, las peligrosas avalanchas debidas a la llegada del deshielo han hecho que apenas haya habido acción en el frente este mes; sin embargo, un batallón de Cadetes y otro de fronterizos se aventuraron a pasar la frontera y se abalanzaron de manera inexplicable sobre Roncesvalles. Decimos de manera inexplicable porque, después de llegar a las puertas de la villa con gran estruendo y griterío, dieron un par de vueltas al perímetro de la misma y se largaron por donde habían venido, llevándose como botín de guerra unas gallinas, un par de sacos de avena y, como parte más interesante, un excelente caballo. ¿Fue una promesa o una apuesta esta extraña exhibición? La explicación, más adelante en esta misma crónica.
ECOS DE SOCIEDAD
Primera semana
El mes ha empezado con una sorpresa: Armand de la Fère ha presentado su dimisión como Gobernador Militar de París.
"Majestad, la acción me llama, y no puedo atender los menesteres del cargo de Gobernador desde el
frente; además, mal gobernador sería si debo aplicar una ley contra la cual mi propio sentido del honor
siente adversión" (estas últimas palabras dichas en referencia al Edicto contra el Duelo y mirando de
reojo a Richelieu, como siempre en pie junto a Su Majestad y que, si se dio por aludido, no lo dejó traslucir).
"Entendemos vuestros motivos, Gobernador, y por Nos no hay problema en que sirváis en el frente al mando
de una División, si el Estado Mayor así lo considera oportuno".
Tras lo cual, y tras las requeridas reverencias y molinetes, Armand de la Fère se dirigió al Estado Mayor para obtener
el mando de una División.
A todo esto, en les Tulleries había mucha actividad. Isabel d'Artois había preparado un refrigerio y un improvisado escenario sobre un talud del terreno, con sillas a la sombra de unos tilos. Poco a poco fueron llegando damas y, ante una docena de ellas aproximadamente, Isabel d'Artois, vestida como siempre de violeta, les habló así:
"Señoras, nobles damas, valientes mujeres me alegra mucho veros hoy aquí. quizás sea extraña mi convocatoria pero he tenido un idea, una idea que creo posible y he querido compartírosla...Tras lo cual repartió, con ayuda de su criada, refrescos para todas mientras las notas del violín comenzaban a sonar...
Del resto de las actividades de la semana, poco que decir: Julius Kern estuvo en Le Crapaud et l'Apricot, y Clément de Cazotte llevó a Juliette DeClaude a un palco para el estreno teatral, del que ambos salieron satisfechos.
Segunda semana
Esta semana ha sido Armand de la Fère quien ha llevado a Justine de Sade a un palco de Le Théatre Royale. Desde lo alto pudieron vislumbrar a Julius Kern, que seguía la obra en pie desde la platea. Y, en cuanto al resto de los caballeros, es decir, los que no están en el frente u ocupados en otros menesteres privados, se reunieron todos en Le Crapaud et l'Apricot bajo los auspicios de Jean Parrot, para planificar lo que en principio tenía que ser una salida al monte a buscar setas, pero que pronto se vio que se trataba de algo muy distinto. Así pues, cuando Jean Parrot tuvo reunidos a Achille Gallas, Clément de Cazotte, Jean-Baptiste Le Rond y Philippe Valmont alrededor de una mesa, les presentó a un Cadete que, por ser navarro, tenía algunas nociones de español; les enseñó a saludar, a decir "buen dia senor" y cuatro frasecillas más, y a continuación pasó a explicar los detallados mapas con que se había hecho y el plan trazado:
 Según mis informes, el mayor Hubert de Bethencourt está
preso en algún puesto avanzado español en Roncesvalles. Seremos peregrinos
en el Camino de Santiago y como tales vestiremos (tabardos, capas, etc),
llegando por separado a media tarde del día
designado a la población de Roncesvalles. Cada uno
dirá (si nos preguntan) que viene de su propia villa natal, y si nos
preguntan el nombre, al menos yo no tendré reparo en dar el mío
"Parrot... Jean Parrot". Haré anotar el nombre de Jerome Lafitte, un
supuesto compañero que llegará un día más tarde (que será el
nombre que le daremos a Béthencourt). Llevaremos un atuendo de
peregrino más, por si conseguimos sacar a Béthencourt de su reclusión.
Nos moveremos lo que quede de la tarde hasta la noche como auténticos
peregrinos, rezando, intercambiando experiencias con otros peregrinos,
pero siempre por separado de manera que no sea posible relacionarnos o
pensar "mira, un grupo". Tal como reza la tradición, un peregrino
tiene permitido el permanecer en Roncesvalles un máximo de tres días, no
importa de dónde venga, de modo que podemos pasar como franceses sin demasiado
problema.
Aprovecharemos esos días al máximo, buscando y localizando el
paradero de Béthencourt (la lógica indica que el propio monasterio, la
colegiata, o poco más. El detonante para la acción de rescate será la
diaria Misa del Peregrino, que empezará hacia las 8 de la tarde, y con
la que ya contaremos con poca luz. A media misa de nuestro segundo día
(o a misa dicha, tanto da), debería producirse un momento de
agitación que ya he coordinado con unos camaradas de los Regimientos próximos,
en el que todo el mundo debería refugiarse en el
monasterio o en la plaza fuerte de la ciudad. Aprovecharemos ese
momento para entrar en acción. Sólo nos agruparemos cuando lleguemos
al punto donde Bethencourt está cautivo. Sólo usaremos puños, como
medida de urgencia la daga, y como ultimísima medida la "pistola
bíblica".
Si lo conseguimos, vestiré a Bethencourt con las ropas de más de
peregrino -quemamos las otras en alguna hoguera que esté viva-, y le
explicaré la acción para que no nos delate. No nos iremos entonces,
nos quedaremos la noche que nos falta para no levantar sospechas, ya
que si detectan que Bethencourt no está, se lenzarán a lo loco a
buscarle a él y a su/s libertador/es. Desde el mismo momento en que
saquemos a Bethencourt de su prisión, volvemos todos a separarnos y a
volver a la rutina del día anterior (separados, rezando, meditando,
observando el paisaje...) sin levantar sospechas de nada. A lo largo
del tercer día, vamos partiendo todos de uno en uno cada hora y media
-a excepción de Bethencourt que irá conmigo al ser mi compañero de
viaje- en un goteo que debería durar hasta media tarde. Todos
conoceremos el recorrido que hemos de hacer, siguiendo algunos
kilómetros el Camino de Santiago para después desviarnos y volver a
Francia dando un rodeo a Roncesvalles, quizás yendo por Somport.
Señores, suerte y hasta la semana que viene.
Según mis informes, el mayor Hubert de Bethencourt está
preso en algún puesto avanzado español en Roncesvalles. Seremos peregrinos
en el Camino de Santiago y como tales vestiremos (tabardos, capas, etc),
llegando por separado a media tarde del día
designado a la población de Roncesvalles. Cada uno
dirá (si nos preguntan) que viene de su propia villa natal, y si nos
preguntan el nombre, al menos yo no tendré reparo en dar el mío
"Parrot... Jean Parrot". Haré anotar el nombre de Jerome Lafitte, un
supuesto compañero que llegará un día más tarde (que será el
nombre que le daremos a Béthencourt). Llevaremos un atuendo de
peregrino más, por si conseguimos sacar a Béthencourt de su reclusión.
Nos moveremos lo que quede de la tarde hasta la noche como auténticos
peregrinos, rezando, intercambiando experiencias con otros peregrinos,
pero siempre por separado de manera que no sea posible relacionarnos o
pensar "mira, un grupo". Tal como reza la tradición, un peregrino
tiene permitido el permanecer en Roncesvalles un máximo de tres días, no
importa de dónde venga, de modo que podemos pasar como franceses sin demasiado
problema.
Aprovecharemos esos días al máximo, buscando y localizando el
paradero de Béthencourt (la lógica indica que el propio monasterio, la
colegiata, o poco más. El detonante para la acción de rescate será la
diaria Misa del Peregrino, que empezará hacia las 8 de la tarde, y con
la que ya contaremos con poca luz. A media misa de nuestro segundo día
(o a misa dicha, tanto da), debería producirse un momento de
agitación que ya he coordinado con unos camaradas de los Regimientos próximos,
en el que todo el mundo debería refugiarse en el
monasterio o en la plaza fuerte de la ciudad. Aprovecharemos ese
momento para entrar en acción. Sólo nos agruparemos cuando lleguemos
al punto donde Bethencourt está cautivo. Sólo usaremos puños, como
medida de urgencia la daga, y como ultimísima medida la "pistola
bíblica".
Si lo conseguimos, vestiré a Bethencourt con las ropas de más de
peregrino -quemamos las otras en alguna hoguera que esté viva-, y le
explicaré la acción para que no nos delate. No nos iremos entonces,
nos quedaremos la noche que nos falta para no levantar sospechas, ya
que si detectan que Bethencourt no está, se lenzarán a lo loco a
buscarle a él y a su/s libertador/es. Desde el mismo momento en que
saquemos a Bethencourt de su prisión, volvemos todos a separarnos y a
volver a la rutina del día anterior (separados, rezando, meditando,
observando el paisaje...) sin levantar sospechas de nada. A lo largo
del tercer día, vamos partiendo todos de uno en uno cada hora y media
-a excepción de Bethencourt que irá conmigo al ser mi compañero de
viaje- en un goteo que debería durar hasta media tarde. Todos
conoceremos el recorrido que hemos de hacer, siguiendo algunos
kilómetros el Camino de Santiago para después desviarnos y volver a
Francia dando un rodeo a Roncesvalles, quizás yendo por Somport.
Señores, suerte y hasta la semana que viene.
Tercera semana
Su Eminencia el Cardenal du Heyn organizó una recepción privada para celebrar la inauguración de su nueva residencia. Asistieron Armand de la Fère con Justine de Sade, y Philippe Valmont acompañado de Marianne Bientôt, quien declaró "sólo somos buenos amigos". La fiesta fue sencilla y muy informal; Su Eminencia se afanó en darle un tono desenfadado y relajado, evitando en todo momento hablar de religión o de política.
En otro orden de cosas, Clément de Cazotte llevó a pasear por el parque a Juliette DeClaude, y la "dama violeta", como empieza a llamársela, se dejó caer por Le Crapaud et l'Apricot donde encontró a Julius Kern y Marcel du Calais. Jean Monfort, Chev. d'Honneur llevó a cenar a Constance Lacroix a L'Epée D'Or.
Cuarta semana
El plan de Parrot se desarrolló según lo previsto. El grupo llegó a uña de caballo hasta las cercanías de la villa, y allí desmontaron, dejaron las cabalgaduras bajo la vigilancia de un criado y se dispersaron para entrar por separado. Las gestiones de Parrot con sus contactos en los Regimientos fronterizos de la zona dieron su fruto, y el ataque simulado tuvo lugar a la hora prevista. Además, Hubert de Béthencourt había planeado su propia fuga y creado un monigote sobre el jergón, envuelto con la sucia manta que le servía de abrigo y con algunas de sus ropas, de modo que no se detectó la fuga del prisionero hasta bien entrada la mañana. "Parece mentira que aún caigan con un truco tan viejo", comentó Béthencourt mientras pasaban Somport.
En París, Isabel d'Artois y Clément de Cazotte se llevaron una sorpresa en la misa de la cuarta semana, al ver a Su Eminencia Cardenal Du Heyn no como oficiante sino como simple asistente a la misma, "como penitencia de humildad", según les explicó. El sacerdote, un joven recién ordenado, no perdió sin embargo los nervios al tener a tan ilustre feligrés y ofició impecablemente, ofreciendo un sermón lleno de inspiración y muy didáctico.
NOMBRAMIENTOS HABIDOS ESTE MES
CARGOS PARA EL MES DE MAYO
                                                 N.S.     Quien
         Cargo            Requisitos            minimo    nombra
----------------------- ----------------------  ------  ------------
Aides de Division       Teniente Coronel           4    Jefes Divis.
CARGOS PARA EL MES DE JUNIO
                                                 N.S.     Quien
         Cargo            Requisitos            minimo    nombra
----------------------- ----------------------  ------  ------------
Ministro de Ciencias    Brigadier o Baron           10    Min.Estado
NOTAS DE LOS ÁRBITROS
Muchas gracias a Fernanda por la detallada descripción de su recepción en el parque, discurso incluido, y gracias también a Enric que, de nuevo, se ha superado a sí mismo con el plan de rescate; la foto nos la ha mandado él, y nos había mandado hasta planos de la zona, que no he puesto en la crónica porque ya sería demasiado farragosa. Menos mal que los dados han acompañado y no he tenido que cambiar el final...
Aprovecho para animar a los que quieran escribir textos para adornar sus acciones; hacéis la crónica más amena (al haber más estilos de escritura), más larga (al haber más material) y, sobre todo, íme ahorráis trabajo a la hora de escribirla! ;-)
El plazo de entrega del próximo turno finaliza el viernes 3 de junio de 2005, a la medianoche (hora española peninsular).
¡Hasta pronto!
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