El muerto al hoyo, y el vivo al bollo.
    Dicho popular
Una taberna en París
El viejo soldado se pasó una manga por los bigotes, llevándose en ella los restos de espuma de la cerveza que acababa de apurar.
  -Como os digo, os han engañado, monsieur. No fue así como sucedió -tomó de encima de la mesa un
gastado ejemplar de "Preux et Audacieux", abierto por la página de la crónica militar, y lo golpeó
repetidas veces con el dedo para dar más énfasis a sus palabras.
  -Bien -respondió el Real Secretario-. Contadme pues vuestra versión.
  -No mi versión. ¡LA VERDAD! -se exaltó el veterano-. Si realmente os interesa conocer
la verdad, os la contaré. Tal cual. Nada de versiones. Pero es un relato un poco largo, y no sé si una sola cerveza será suficiente -acabó la frase guiñando un ojo.
  -No os preocupéis por eso -respondió el Real Secretario-. Cuando tengáis sed, no tenéis más que pedir otra jarra.
  -Bueno, en tal caso, y dado vuestro interés... -el viejo dragón comenzó a desgranar su relato, mientras el Secretario tomaba apresuradas notas.
<<Tras montar el campamento, Grichet Des Wardes, Pierre Du Fo y una
pequeña dotación de cinco hombres marcharon a hacer una exploración a los
alrededores. A la media hora de marchar, escuchan disparos y gritos
tras sus pasos. "¡EL CAMPAMENTO!" gritaron ambos al unísono. A la vez
giraron y volvieron veloces al campamento recien montado. Allí una
visión terrible, estaban siendo atacado por tropas españolas,
superando en número a los franceses.
Los dragones ligeros y los mosqueteros del Rey habían cerrado un
circulo en el centro del campamento, con cuatro filas, los primeros de
rodillas, los segundos de pie, ambas disparando a la orden del capitan
y dos más en el interior cargando los mosquetes. Tras cada disparo las
dos filas delanteras retrocedían dejando paso a los valientes soladados
franceses que acababan de cargar el arma, y esperaban la orden de
disparo para apretar el gatillo y repetir la operación.
Aprovechando el factor sorpresa, la pequeña dotación de Pierre Du Fo y
Grichet Des Wardes saltó al ataque con una pistola en la mano
izquierda y el rapier en la mano derecha. Cuando estaban
suficientemente cerca disparan al bajo vientre a quemarropa, esperando
que la gangrena y el tiempo hiciesen el resto del trabajo, y siguieron
luchando de manera valiente. El campo enseguida se llenó de polvo y
humo. Apenas se podía ver al compañero de al lado, y mucho menos al
enemigo de enfrente. Fue entonces cuando los soldados franceses
avanzaron disparando, hasta entrar en un combate cuerpo a cuerpo con
los españoles. En medio podían verse Mosqueteros y Dragones
defendiéndose unos a otros. especialmente emotivo fue ver a Pierre du
Fo y Grichet Des Wardes espalda contra espalda, rechazando cuantos
enemigos venían contra ellos.
Al final, un campo lleno de cadaveres españoles, unos pocos
prisioneros que serán llevados a Carcasonne, y unos cuantos caídos,
entre ellos el teniente coronel Du Fo. Y ésta es la verdad de lo que sucedió,
monsieur le Secretaire. Os lo digo yo, que estuve allí con ellos y lo vi con
estos ojos que se han de comer los gusanos.>>
A comentar también que Pierre Chardin ha regresado del frente gravemente herido. Desconocemos los detalles,
pero al ir a visitar a su dama (Melissa Gilbert) para informarnos, nos enteramos con sorpresa de que
Pierre la había dejado antes de partir. ¿Presentía acaso un desenlace fatal de su aventura militar?
Primera semana
Su Eminencia el cardenal Du Heyn celebró el lunes la misa pro defunctis por los caídos
el mes anterior. Se encontraban en la capilla del cuartel de los Dragones, entre otros,
Hubert de Béthencourt, Jean-Baptiste Le Rond, Jean Parrot, Philippe Valmont, Sevère de Montmorency y Guillaume de Foix, esta última sintiéndose un poco incómoda por el hecho de
visitar un cuartel y ser la única dama asistente aunque, dadas las circunstancias que veremos,
no deja de tener su lógica que el caballero insistiera en su compañía. Aunque el acto fue de
marcado corte militar, el sermón de Su Eminencia no careció de interés.
La asistencia al teatro se vio considerablemente mermada debido a la mencionada misa: solamente Clément de Cazotte
y Frédéric Dupont se acercaron por allí. Más solitario todavía se vieron los clubs: solamente en Les Chasseurs, Dominique Sanglant hizo
un breve acto de presencia y, al ver el panorama reinante, se marchó desanimado.
Mientras tanto, al regresar Guillaume de Foix a su casa después del funeral, lo primero que hizo fue cambiarse
de ropa y guardar su rapier y su querido capote de Mosquetero en el arcón, del cual recuperó las
mismas ropas que vistió a su llegada a París. Después, armado solamente con su pipa y su tabaco,
regalo de Jean Parrot, acudió a entrevistarse con el Gobernador Militar Armand de la Fère. Tras una larga reunión en el
despacho de este último, que acabó ya bien entrada la noche, ambos salieron juntos y subieron en un
carruaje cuyo destino no se nos ha comunicado.
Segunda semana
Sevère de Montmorency no podía creer a sus ojos. Vestido con la púrpura cardenalicia y mirando a su alrededor con
evidente desagrado, Su Eminencia el Cardenal Du Heyn atravesaba la modesta puerta del Phillippe Le Rouge. Antes de que pudiera dar tres pasos,
el untuoso dueño del club ya se había adelantado con una jarra de espumeante cerveza: "permitidme,
Eminencia. Invita la casa". El cardenal rechazó la amabilidad con un gesto y una sonrisa señalando
sus hábitos púrpura, aunque en su fuero interno agradecía que la rigidez de la vida eclesiástica le
liberase de tener que beber con aquel patán. Más comedido en su obsequiosidad, Sevère de Montmorency se limitó a hacer
una reverencia cuando la figura roja pasó frente a él camino de la trastienda, seguida a pocos pasos
por el dueño del club con el aspecto y la actitud de un perrito faldero.
Ajenos al revuelo causado por la inesperada visita, los otros clubs de París no vieron otra cosa que
la habitual rutina. Clément de Cazotte estuvo en Le Crapaud et l'Apricot y Jean-Baptiste Le Rond visitó Les Chasseurs. Dominique Sanglant, Hubert de Béthencourt y Armand de la Fère llevaron a sus respectivas damas
al teatro, aunque sólo este último alquiló un palco, probablemente para esquivar las preguntas acerca
de Guillaume de Foix.
Tercera semana
Esta semana fue Marcel du Calais el que visitó Les Chasseurs, prácticamente la única visita que recibieron los clubs parisinos en estos días. Jean-Baptiste Le Rond, en cambio, decidió dar un paseo por el parque despreciando las bajas temperaturas y, como era de esperar, se lo encontró casi desierto. Solamente Yvonne Marceau, con paso apresurado, cruzaba el parque para ganar tiempo en el camino a casa de su tía. Cuando Jean-Baptiste Le Rond intentó abordarla, el ama lo ahuyentó con un leve bastonazo y un seco "Lo siento, monsieur, pero tenemos prisa".
Cuarta semana
Y por fin llegaron las Navidades y el fin de año. Su Eminencia el cardenal Du Heyn ofició la tradicional
misa del gallo, aunque hay que decir que este año no estuvo muy inspirado y la iglesia se llenó de
bostezos. Hubert de Béthencourt, Jean-Baptiste Le Rond, Jean Parrot, Philippe Valmont con Marianne Bientôt y Sevère de Montmorency estuvieron entre las aburridas víctimas de la
cargante oratoria de Su Eminencia.
En cuanto al fin de año, no hubo especiales celebraciones. Atrás quedaron aquellas multitudinarias
histrionadas a las que nos tenía acostumbrados Villiers Daugé de Chevreuse, y este año Clément de Cazotte pasó por
Le Crapaud et l'Apricot, Armand de la Fère pilló una monumental borrachera en L'Epée D'Or, y Dominique Sanglant llevó a Lili Montparnasse a Les Chasseurs. Poco más.
                                                  N.S.    Quien
         Cargo            Requisitos            minimo    nombra
----------------------- ----------------------  ------  ------------
Ministro de Estado      General o Comte           12      Rey
Ministro de la Guerra   Tte.Gral. o Viscomte      12      Rey
                                                 N.S.     Quien
         Cargo            Requisitos            minimo    nombra
----------------------  ----------------------  ------  ----------
Ministro de Justicia    Brigadier o Baron          8    Min.Estado
Canciller de Finanzas   Brigadier o Baron         10    Min.Estado
Comis.Seguridad Publ.   Coronel o Chevalier        6    Min.Estado
Marechal de France      General o superior        12    Rey
Inspector Gral.Infant.  Tte.General o superior    10    Min.Guerra
Inspec.Gral.Caballeria  Tte.General o superior    12    Min.Guerra
En primer lugar, feliz año 2005/1638 a todos. Y ahora, a por las noticias, je je:
Después de una breve discusión al respecto, vuestros fieles Secretarios hemos decidido un pequeño cambio en las
"normas de la casa": a partir de ahora, cuando un personaje muera, el acceso del jugador a la
lista de correos quedará restringido hasta que reciba el nuevo personaje. Esto NO significa que
no pueda escribir en la lista: significa simplemente que cualquier cosa que escriba tendrá que
ser aprobada por los moderadores (es decir, los Secretarios) antes de hacerse pública. Con esto queremos evitar
la aparición de cartas del estilo "abrid este sobre después de mi muerte" que han sido escritas
una vez el personaje ya ha muerto. Al mismo tiempo, tampoco queremos prohibir los comentarios
"fuera de personaje" de un jugador sobre la marcha de la partida, siempre y cuando no esté
interviniendo veladamente en la misma, de modo que examinaremos los mensajes de los "difuntos"
antes de aprobar su publicación: si está muerto, muerto está, y cualquier escrito suyo tiene
que ser anterior a su fallecimiento.
Evidentemente, esto significa que podéis mandarnos testamentos, cartas póstumas y similares; el
Notario Real (o sea, nosotros) las guardará y publicará automáticamente en caso de fallecimiento
del personaje. También intentaremos seguir las instrucciones que nos dicten los testamentos,
siempre que las reglas y el sentido común lo permitan; por ejemplo, se podrá legar una herencia
a otro personaje, pero no se le podrá legar la influencia o un cargo, ni destituir a alguien a
título póstumo, etc. Naturalmente, podréis actualizar los documentos cuando lo creáis conveniente.
Si alguien nos manda una actualización de documentos y muere ese mismo turno, asumiremos que hemos
recibido los documentos antes de su muerte y por lo tanto serán válidos.
El plazo de entrega del próximo turno finaliza el viernes 4 de febrero de 2005, a la medianoche (hora española peninsular).
¡Hasta pronto!
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