Enclave de Santa Catalina, en algún lugar de la costa cantábrica 
Dejando la embarcación oculta al resguardo de los acantilados, remontan el Noega en una chalupa disfrazados de
pescadores, y una vez en tierra sufren un nuevo cambio de indumentaria: muy al estilo de Villiers, cada uno adopta la
identidad de un personaje de la Comedia italiana: Alceste es un perfecto Pantaleón, y de nada sirven las protestas
de René Boilot: Villiers tiene reservado para él el papel femenino de la arlequinada. Calma éste las quejas
explicando que el de Colombina es un personaje muy relevante, luminosa combinación de encanto e ingenio en un mundo
embrutecido de hombres ambiciosos y bufones. Otros personajes, como el Pierrot o el Capitán, se van asignando a toda la
compañía. Villiers se reserva el que siempre utiliza en sus comedias callejeras, rojo y con plumas, una especie de
hombre gallo estrambótico que cacarea sin cesar. Jean Picard se convierte en el dottore Baluard,
monsieur de la Fontaine Polichinella, y Ruisseau un arlequín juglaresco. 
De esta guisa y portando algunas barricas de vino, fingen ser una tropa de comediantes y consiguen cruzar la puerta de
las murallas. Mientras recorren en alegre tropa los pasadizos repartiendo vino y carcajadas, fingiendo luchar entre
ellos y de mil maneras improvisadas divirtiendo a la audiencia, analizan discretamente la situación, observan las
posibles rutas de salida y, sobre todo, buscan la ubicación de los calabozos. 
Cuando deciden que ha llegado el momento, pasan a la acción: Villiers, en uno de sus numerosos volatines, comienza a
lanzar bolos a sus compañeros de troupe, y entonces se produce la catástrofe: uno de los destinatarios de los bolos
falla su recogida, y la pieza de madera se cae y se rompe, revelando una pistola en su interior. Un instante de helado
silencio, detenidos a mitad de gesto asaltantes y guarnición, hasta que esta última reacciona, toma las
armas, y la expedición de rescate se encuentra cercada. Sin embargo, uno de los falsos saltimbanquis consigue prender
unos barriles de pólvora cercanos, y en el subsiguiente caos de fuego, disparos, gritos y algarabía se pierden unos a
otros.  Un sombrío amanecer más tarde, el pesquero burla hábilmente los grandes y lentos barcos de patrulla naval de
los españoles y arriba a costas francesas. Sólo cinco de sus nueve tripulantes van en él. Poco más tarde, al llegar a
París, conoceremos más detalles del lance: Silvestre Ruisseau ha caído, así como fray Pierre Duval, que no se separó de él en ningún momento, y Eric du Perpignan y
Rene Boilot han sido heridos y apresados. Asimismo, dada la "conflictividad" que ha demostrado tener Michel de Bidouze como prisionero, ha
sido dada orden de ejecución contra él y se le ha fusilado al día siguiente.   
 
                     Los Hermanos de la Orden de San Benito elevan 
 
                     Sus compañeros de la Guardia del Cardenal agradecerán 
 
                     Sus compañeros de los Marines Reales agradecerán 
 
Primera semana 
Aunque también es posible que el temple de Boilot se viese afectado por los horrísonos alaridos que se oyeron desde las
aspilleras de la Bastilla durante toda la semana. Algunos creyeron reconocer la voz de Armand de la Fère, y otros la del gato del
carcelero al que alguien inopinadamente había pisado la cola. ¿Se practica la tortura en la Bastilla? ¿Es, por
el contrario, el lamento de un alma en pena desde el más allá lo que oímos? Esperemos que el asunto se aclare.
 
Ajeno a todo esto, Maurice de La Fontaine se dedicaba al discreto seguimiento de Francine Davelet intentando averiguar el lugar de su
residencia, pero cuál no sería su asombro al ver que, a la salida del parque por donde la dama paseaba, un carruaje se
detuvo a su lado, una puerta se abrió, y un brazo la tomó desde dentro y la hizo subir a toda prisa. Influido quizás por
la paranoia provocada por el pretérito secuestro de fray Pierre, el valeroso Maurice de La Fontaine saltó sobre el caballo de tiro, lo hizo
detenerse y, desenvainando el rapier, saltó al suelo, abrió la portezuela e hizo salir a los ocupantes. Cuál no sería su
bochorno al descubrir que el "raptor" no era otro que el hermano mayor de la bella, molesto con ella porque el paseo
estaba durando más de lo debido y su familia la esperaba para ir a misa. Tras las pertinentes disculpas y aclaraciones,
Maurice de La Fontaine se alejó con el rabo entre las piernas.
 
Segunda semana 
El club que sí recibió visitas fue les Tuiles Bleues, donde Jacques de la Loire, Ch.d'H. y Armand de la Fère se enfrascaron en una amena charla acompañada de
abundante bebida, charla que terminó abruptamente cuando Armand de la Fère, quien estaba expresando su opinión sobre el precio de las
churgumillas, le espetó a su interlocutor: "Pues sí, monsieur, el envío de churgumillas al frente ha
provocBROUAAARGGGHH!", vaciando a continuación el contenido de su estómago sobre las botas de su interlocutor. Aunque
Jacques de la Loire, Ch.d'H. aceptó las atolondradas disculpas, no cabe duda de que su criado, encargado de la limpieza de su calzado, tendría
causa de duelo contra Armand si es que los criados tuviesen honor. 
Mientras tanto, le Comte d'Ille se relajaba de la tensión acumulada durante el juicio apostando en el Casino con suerte
desigual, más por el puro placer del juego que por el dinero en sí, sin que le importase demasiado ganar o perder.
 
Tercera semana 
No lejos de allí, sin embargo, la hierba se teñía de sangre: Armand de la Fère y Alceste de la Haine dirimían sus diferencias de honor en un duelo que
terminó con la muerte de este último. No podemos calificar de menos que imprudente a Alceste, ya que enfrentarse en un
duelo a espada teniendo en cuenta su débil constitución lo hacía acreedor a un desenlace fatal: pese a que Armand de la Fère usó su
arma regimental de un modo sumamente conservador, no pudo evitar que un tajo mal dado seccionase de raíz la yugular de
su contrincante, sin que nada pudiesen hacer los físicos presentes por evitar el fallecimiento.
 
GACETA MILITAR
 Un pesquero rápido, de poco calado, se acerca a la costa: en él, Alceste de la Haine, Armand de Noisel, Eric du Perpignan, fray Pierre Duval (que ha cambiado
temporalmente los holgados ropajes eclesiásticos por un cómodo jubón y un pantalón de buen cuero), Rene Boilot, Silvestre Ruisseau, Villiers Daugé de Chevreuse, Maurice de La Fontaine y
Jean Picard, Ch. d'Honneur; estos dos últimos han pasado la travesía practicando el rapier.
Un pesquero rápido, de poco calado, se acerca a la costa: en él, Alceste de la Haine, Armand de Noisel, Eric du Perpignan, fray Pierre Duval (que ha cambiado
temporalmente los holgados ropajes eclesiásticos por un cómodo jubón y un pantalón de buen cuero), Rene Boilot, Silvestre Ruisseau, Villiers Daugé de Chevreuse, Maurice de La Fontaine y
Jean Picard, Ch. d'Honneur; estos dos últimos han pasado la travesía practicando el rapier. 
 
                                             R.I.P. 
                                 Rogad a Dios por el alma de
                                      FRAY PIERRE DUVAL
![[Cruz para la tumba]](1635_11_0114_b.gif) 
                             una plegaria al Señor
 
                                             R.I.P. 
                                 Rogad a Dios por el alma de
                                      SILVESTRE RUISSEAU
![[Cruz para la tumba]](1635_11_0114_b.gif) 
                                       UNA ORACIÓN
 
                                             R.I.P. 
                                 Rogad a Dios por el alma de
                                      MICHEL DE BIDOUZE
![[Cruz para la tumba]](1635_11_0114_b.gif) 
                                       UNA ORACIÓN
ECOS DE SOCIEDAD
El mes comenzó con el juicio contra Rene Boilot;  habiendo escuchado partes y testigos y tras una breve deliberación,  el
Ministro pronunció la sentencia siguiente:
    Como bien han explicado las dos partes, el terrible desenlace del duelo que enfrentó a René Boilot y le
Marquis de Morrow, no puede denominarse asesinato. Todos los hechos apuntan a que la intención del Coronel de la Guardia
del Cardenal era simplemente defender su honor pero que la mala fortuna hizo que su adversario encontrara la muerte en
el suceso. La prontitud con que el propio Boilot de forma voluntaria se presentó ante el Comisionado de Seguridad
Publica expresan tanto arrepentimiento como la convicción, que comparto, de haber obrado mal y por tanto su deber de
ponerse en manos de la justicia. No por ello ha dejado de incumplirse el Edicto contra el Duelo que su Eminencia
sabiamente ha tenido la determinación de aplicar ante los excesos cometidos por nuestros ciudadanos ante las deudas de
honor. Exijo el cumplimiento de 3 meses de encarcelamiento para René Boilot (de los cuales ya ha cumplido uno de forma
preventiva) así como una multa de 500 coronas que serán entregadas a la familia del Marquis, en la que no es una
compensación por su muerte, lo cual sería ridículo y una ofensa a tan noble caballero, sino un castigo a Boilot.
    Asimismo, escuchando a todas las partes implicadas en el proceso, y teniendo en cuenta la actual situación de
nuestros regimientos, este tribunal permitirá que el acusado sustituya los dos meses de encarcelamiento por la
participación activa en toda la campaña de diciembre en nuestras fronteras, con la principal misión, y si así lo
corroboran las autoridades militares, de liberar al Coronel de Bidouze de las garras españolas. En caso de que la
actuación de M. de Boilot sea clasificada de cobarde o negligente a su regreso a París deberá cumplir los dos meses de
condena. Este cambio nunca evitará el pago de la multa anteriormente mencionada.
Oído lo cual, Boilot se puso en pie y, con la venia del Tribunal, solicitó dirigirse al frente y participar en el
rescate del Coronel, "no porque tema la prisión", aclaró, "sino porque no se oxide mi acero y porque la guerra es el
lugar natural del soldado". Quizás influyeron en esta decisión las noticias llegadas del frente, donde Clement de Guer ha
conseguido, con su batallón de Mosqueteros voluntarizado, una mención en la Orden, el ascenso a Teniente Coronel, y un
sustancioso botín. La fortuna llama a los valientes...
Mientras en las costas españolas se desataba la tragedia, en nuestra capital ocurrían acontecimientos si bien más
divertidos no por ello menos extraños: la entrada del Philippe le Rouge se vio bloqueada por una piara de cerdos que,
por algún motivo que desconocemos, se estacionó precisamente frente a la puerta del club. Por supuesto, nadie visitó el
club esta semana.
El excelente tiempo reinante hizo que la familia Lavoisier decidiese salir al campo. Pero le comte hace las cosas
siempre a lo grande, de modo que la salida se convirtió en una expedición en la que Denis Lavoisier, Comte d'Ille hizo ostentación de una pequeña
corte de mayordomos, criadas, institutrices, tutores, cocineros... y por supuesto una guardia personal montada. La
familia acampó cerca de un arroyuelo y le Comte durmió una apacible siesta bajo un árbol, amén de jugar incansablemente
con sus hijos.
![[Cruz para la tumba]](1635_11_0114_b.gif) 
                     Sus compañeros de la Guardia del Cardenal agradecerán
                                       UNA ORACIÓN
Cuarta semana
Tal vez como penitencia por su boutade de la segunda semana, Jacques de la Loire, Ch.d'H. llevó dos cabras a la Cofradía de la Caridad.
Cuál no sería su sorpresa al enterarse allí del fallecimiento de fray Pierre. Las cabras quedaron allí, a cargo del
criado que, por lo menos hasta final de este mes, seguirá cumpliendo con su obligación como mano derecha del difunto
padre.
Otro que fue a rendir penitencia, pero de un modo bien distinto, fue Armand de la Fère, quien se dirigió al club para apostar, y de diez apuestas realizadas perdió seis, cortó en una y ganó solamente en tres.
                                                 N.S.     Quien
         Cargo            Requisitos            minimo    nombra
----------------------- ----------------------  ------  ------------
1 Ministro sin Cartera  Brgder. o Baron           10    Min.Estado
                                                  N.S.    Quien
         Cargo            Requisitos            minimo    nombra
----------------------- ----------------------  ------  ------------
Ministro de Estado      General o Comte           12      Rey
Ministro de la Guerra   Tte.Gral. o Viscomte      12      Rey
Un detallito: por un despiste me cargué las notas para la crónica relativas al teatro, así que los que habeis ido, aunque se os han contabilizado en la ficha los puntos y los gastos, etc, etc, no vereis la acción de "asistir al teatro" reflejada en la crónica. Podría reconstruirlas, pero eso significaría esperar un par de días más; además, mañana estrenan "El Señor de los Enanillos II: Binladen y las Dos Torres" y, como ya tengo las entradas, entre eso y otras historias que tengo pendientes si no acabo la crónica hoy ya no la tendré hasta el fin de semana. Lo siento.
¡Enrique se aburre! ¿Nadie más quiere darle trabajo? Recordad que, quien quiera ver su personaje en la galería, deberá mandarle una breve descripción del mismo a Enrique (villierses en latinmail.com). ¡Gracias, Enrique! Por cierto: gracias también por el relato del rescate y por la imagen de la máscara. Ideal para Villiers.
La fecha límite para el próximo turno es el final del viernes, 3 de enero de 2003. ¡No engordeis mucho durante estas Fiestas, o tendreis problemas con la esgrima!
Atentos saludos del Secretariado de Su Majestad Luis XIII